“La Constitución Política de México establece claramente las restricciones para la participación del clero en la política, la Constitución mexicana prohíbe al clero participar en política y realizar proselitismo a favor o en contra de partidos o candidatos”
El Artículo 130 (Resumiendo) de la Constitución Mexicana establece el principio histórico de la separación del Estado y las iglesias. Las iglesias y agrupaciones religiosas deben sujetarse a la ley y obtener su correspondiente registro para tener personalidad jurídica. Las autoridades no pueden intervenir en la vida interna de las asociaciones religiosas. Los mexicanos pueden ejercer el ministerio de cualquier culto, pero deben satisfacer los requisitos que señale la ley. Los ministros de cultos no pueden desempeñar cargos públicos ni asociarse con fines políticos como tampoco podrán realizar proselitismo a favor o en contra de ningún partido o asociación política. El artículo 130 también establece que el Congreso de la Unión es el único que puede legislar en materia de culto público, de iglesias y agrupaciones religiosas.
La Constitución establece con toda claridad las libertades y los limitantes de las Iglesias y sus miembros promotores del culto y la fe, no da a duda o titubeo alguno en referencia a lo prohibido con claridad en la Constitución y es obligatorio obedecer la Ley, el no hacerlo, como hoy lo hace la Iglesia Católica, tiene sus consecuencias y pueden llegar a ser hasta graves.
La Iglesia Católica ha manifestado de mucho tiempo atrás su inconformidad con el artículo 130 Constitucional pero no ha sido cambiado porque son conceptos tan fundamentales en nuestra vida Constitucional que con la experiencia de la Colonia hemos quedado más que aprendidos de lo que es darles poder político a las Iglesias.
El periodo de la Colonia en México abarca desde la llegada de los españoles en 1519 hasta 1821, cuando se proclamó la independencia. Durante este período, México fue un territorio español, y su economía y sociedad estuvieron estrechamente ligadas a España, la Iglesia Católica fue poderosa y estratégica para el sostenimiento de la Monarquía Española en el territorio de la Colonia de Nueva España, en este período de 300 años la Iglesia persiguió a sus enemigos de credo y políticos. “La Santa Inquisición” apareció como un Tribunal de la Iglesia Católica, cuyos objetivos eran descubrir y suprimir la herejía, todo aquel que no profesara la fe católica sería condenado como hereje y los enemigos de la Nueva España también….eran sacrificados y eliminados de la faz de la tierra, baste recordar que la Iglesia Católica practicó, y sin piedad ni misericordia alguna, la conversión forzada de los pueblos indígenas al catolicismo.
Ahora bien, la desafiante Iglesia Católica de hoy en México es impulsada por la característica generalizada en las estructuras de la Iglesia con referencia al antisemitismo profeso y contundente que practican sus liderazgos aún y cuando el Papa Francisco ha expresado su deseo de mejorar las relaciones con la comunidad judía y ha condenado el antisemitismo en varias ocasiones, los grupos de la derecha y ultra derecha católica que dominan las estructuras de la Iglesia en México, no son afines a ese pensamiento del Papa contraviniendo los principios humanistas de la propia Iglesia.
Por lo tanto, no son cómodos con la llegada a la presidencia de la República de Claudia Sheinbaum Pardo, como tampoco fueron cómodos por el recibimiento especial que le dio el Papa Francisco en el Vaticano, los jerarcas de la Iglesia Católica manifiestan un acérrimo rechazo a la candidata de Morena por ser de ascendencia, en su sangre, Judía y eso no lo toleran manifestando su repudio y un muy marcado interés por evitar que llegue a ser la próxima presidenta de México, siendo esto el origen de su desafío hoy, actuando y violentando la Constitución desde los sermones en el púlpito los domingos, y los exhortos de los obispos ante los medios de comunicación y con ello estarían abiertamente desafiando nuestras leyes y al gobierno federal que es quien debe cuidar que se respeten, la Secretaría de Gobernación en específico.
México es, y deberá seguir siendo, una país Laico, el presidente Benito Juárez García, liberal, incorporó el estado laico en la constitución, la separación de la Iglesia en las injerencias propias del estado con vigencia hasta nuestros días, la separación entre la iglesia y el Estado se dio en el siglo XIX con las Leyes de Reforma y se le cercenaba todo el poder económico, político, moral y social que tenía la iglesia durante todo el periodo colonial.
Y así hemos mantenido la paz en las relaciones con la Iglesia, en 1991 el gobierno de México formalizó relaciones diplomáticas y reconoció al Vaticano como estado y con ello se daba fin a una relación hipócrita que se mantenía entre el Estado Mexicano y el Estado Vaticano.
Aun así, en el país hemos tenido tres guerras por las constantes incursiones de la iglesia católica en asuntos que nunca han sido de su competencia después de la Reforma, ha tratado de incidir en la agenda política y social del Estado, como lo está intentando hacer en estos tiempos electorales.
La primera fue la Guerra de Reforma (1858-1861) cuando se estableció que las iglesias no deberían participar en la agenda pública nacional, la Segunda fue la Guerra por la Intervención Francesa (1862-1867) cuando la Iglesia Católica intentó implementar la Monarquía en México con Maximiliano, y la tercera fue la Guerra Cristera (1926-1929) cuando la Iglesia peleó en las calles contra las leyes que limitaban el culto religioso, la Iglesia comandaba y los feligreses peleaban.
Cuando la Iglesia Católica públicamente sale a declarar que algunos de sus Obispos y sacerdotes están bajo una “persecución política” es una clara aceptación de su intervención en asuntos que no son de su competencia y que les están prohibidos en nuestra Carta Magna, buscando desviar la atención pública de los verdaderos motivos de su auto degradación moral.
¿Porque habría necesidad de entablar persecución política en contra de miembros de la Iglesia Católica, si la hubiera?
La provocación que busca la Iglesia Católica con su desafiante actuar no es más que un clarísimo indicativo de que viene actuando en completa sintonía con la derecha opositora para buscar la argumentación de la represión, buscando ocasionar miedo con el fantasma del SOCIALISMO que le imprimen a sus sermones anti Morena y anti 4T desde el púlpito y desde su investidura.
MIENTE la Iglesia Católica, MIENTEN los Obispos cuando se hacen los occisos ante el hecho irrefutable de que en la “derecha opositora”, con quien hacen sintonía y sinergia, está el representante mundial de la Internacional Socialista, Alito Moreno el presidente Nacional del PRI y acusan falsa y perversamente a Morena de promover el Socialismo, MIENTEN cuando afirman que les van a expropiar la Basílica de Guadalupe y otras tantas MENTIRAS más buscando causar confusión y desconcierto entre los feligreses buscando manipular el fervor Guadalupano de los feligreses católicos.
En el Catecismo se explica que la mentira puede ser pecado venial o pecado mortal; es pecado mortal cuando a través de la mentira se dañan gravemente las virtudes de la caridad, de la justicia y de la verdad y los representantes de la Iglesia Católica están faltando a sus principios establecidos en los 10 mandamientos de la ley de Dios, específicamente los mandamientos 6 (No cometerás actos impuros), 8 (No dirás falso testimonio ni mentirás) y 9 (No consentirás pensamientos ni actos impuros).
Es un hecho innegable el gran deterioro que viene padeciendo la Iglesia Católica como resultado de las acciones de los Príncipes Católicos que la conforman, exhibiendo toda su humanidad degradada por las prácticas de las banalidades de la vida mundana y humana, es un hecho que cada día hay conversos que abandonan el catolicismo por su propia ausencia de humildad y humanismo de la alta jerarquía dorada de la Iglesia.
Uno de los graves problemas de la Iglesia Católica Mexicana es la carencia de identificación con el HUMANISMO que han venido abandonando y entregarse las estructuras de poder de la Iglesia a los intereses de la Derecha y Ultra Derecha que son totalmente distantes de las necesidades del pueblo, de los más necesitados, la Derecha y la Ultra Derecha jamás buscarán beneficiar a los ciudadanos, al pueblo y es con esos intereses que los Príncipes de la Iglesia Católica se identifican, la derecha y la ultra derecha desdeñan al pueblo y la jerarquía católica en consecuencia también.
No podemos negar que dentro del Sacerdocio la humildad y la entrega a los que menos tienen es muy manifiesta, dentro del sacerdocio se encuentra la verdadera acción de la promulgación de la palabra y el amor a los demás y eso es innegable, en el sacerdocio esta la verdadera Iglesia de Dios.
Desafiar a la Constitución tiene, o deberá tener, consecuencias para quienes lo hagan, ya sea a nombre propio o a nombre de la Iglesia, reconociendo que hasta hoy la prudencia del gobierno federal ha sido en abundancia y hasta en exceso tolerante.
El problema es que la oligarquía eclesiástica busca hasta lo que es del Cesar para satisfacer sus deshonestas necesidades.
Al no comulgar con el HUMANISMO buscan enfrentarlo los Príncipes de la Iglesia Católica.
México no es de la Iglesia Católica, México es Guadalupano y lo vamos a constatar en el resultado de las próximas elecciones federales cuando la 4T logre arrasar contundentemente a pesar de los esfuerzos de la Iglesia por que no llegue a suceder.
La influencia de la Iglesia Católica, de la que tanto predican con el 80% de los mexicanos católicos, estará en serios problemas de veracidad cuando conozcamos los resultados electorales.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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