EEUU busca proteger su economía de la competencia china a través de medidas proteccionistas. La relación comercial México-China se vuelve un punto clave en la próxima revisión del T-MEC.
Ciudad de México (ADN/Staff) – La próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) estará marcada por una discusión fundamental: ¿qué tanto el vínculo comercial México-China podría socavar los intereses estadounidenses? El 14 de mayo, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, aseguró que “el patrón que se está desarrollando es uno que nos preocupa seriamente, y estamos analizando todas nuestras herramientas para ver cómo podemos abordar el problema”. Hace unos días, el presidente estadounidense Joe Biden impuso una serie de medidas proteccionistas, reafirmando su guerra comercial con China.
La Casa Blanca anunció la imposición de aranceles por 18.000 millones de dólares a las importaciones de productos estratégicos de China. Los gravámenes van del 25% al 100%. Todo ello, argumenta Washington, es para velar por el “futuro económica y la seguridad nacional” del país, así como para no dejar que Pekín los rebase en áreas estratégicas. “Decir ‘vamos a impedir que vehículos chinos hechos en México entren a Estados Unidos’ sería violatorio del TMEC con las reglas actuales”, explica el especialista.
BYD, la armadora de autos más grande del mundo, es china y planea abrir operaciones en México. Esto podría afectar a la industria automotriz estadounidense, ya que México es un gran exportador de autopartes y de vehículos a suelo estadounidense. Pekín ha rechazado contundentemente la imposición de aranceles estadounidenses en su contra. El canciller Wang Yi afirmó que “algunos en Estados Unidos han perdido la razón en su afán por asegurar la hegemonía unipolar estadounidense”.
Medios especializados en relaciones internacionales han advertido que “México y Estados Unidos deben hablar ya de China”, pues las relaciones bilaterales podrían entrar en una fase de fragmentación. Se corre el riesgo de poner las relaciones bilaterales en rumbo de colisión, especialmente con la próxima revisión del T-MEC en 2026. Aunque públicamente se ha asociado mucho al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador como impulsor principal de las relaciones México-China, en realidad fue su antecesor, Enrique Peña Nieto, quien abrió las puertas a la inversión china.
En conclusión, es necesario comenzar conversaciones y negociaciones para evitar la ruptura de una relación comercial bilateral (EEUU-México) que genera tres millones de dólares por minuto.
[Con información de Sputnik]
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