De plano no entiendo, o es falta de oficio o es colusión con la delincuencia, mostrar un video en donde le disparan a la candidata de la Alcaldía Cuauhtémoc Alessandra Rojo de la Vega y que no exista un seguimiento de las cámaras de videovigilancia es un error de párvulos o peor, es mandar el mensaje a la candidata de que saben que pasó y no piensan hacer nada o que son ellos mismos parte del quienes atentaron contra su vida. Ella dio a conocer parte de esto que digo en un mensaje en redes sociales, el mensaje no tiene desperdicio salvo por el hecho de hablar de una atentado en contra de una mujer, la vida y la integridad de las personas, valen lo mismo, ese discurso manipula y criminaliza al hombre. ¿Qué hubiera pasado si quien disparó hubiera sido mujer? Desde niño conozco a la familia Rojo de la Vega y siempre he admirado su valor a la hora de tener que enfrentar un problema de cualquier índole.
Aquellos que dicen que fue un auto atentado, seguramente influenciados por partidos políticos contarios, pierden de vista, que hoy como nunca antes es un fenómeno recurrente y que nos muestra que la violencia en nuestro país, domina no solo en la arena política, sino en la vida diaria y no debemos seguir acostumbrándonos a ella.
Realmente espero que gane la contienda y ponga orden para la ciudadanía completa, no solo para las mujeres. En mi opinión ese discurso le ha quitado valor a la mujer y la ha victimizado antes incluso de ser víctima de cualquier situación ilegal o inmoral, pero el discurso también criminaliza a los hombres, que no por el solo hecho de serlo, abusamos en ningún sentido de nadie.
Hay casi 2 mil casos de violencia electoral registrados durante esta campaña política, a diferencia de campañas pasadas, el número de homicidios no es tan alto, pero es que ahora los grupos delictivos amenazan no solo a los candidatos, sino a sus familias, lamentablemente al estar “normalizándose” la delincuencia y la colusión con políticos y servidores públicos, existen infinidad de casos en los que los candidatos acceden a participar con los grupos de delincuencia organizada, uno de buena y otro de mala gana, pero el tema es que el país está quedando en manos de las mafias y cada vez será más difícil combatirlas.
El presidente en algún momento dijo: ¡es que se matan entre ellos!
Me parece que a veces no tiene idea de las formas políticas, sabrá AMLO de la leva que llevan a cabo los grupos delictivos, niños que son levantados, arrancados de sus familias para convertirlos en gatilleros, pues esos que se matan entre ellos también son mexicanos, son seres humanos que pierde la vida después de haber perdido oportunidades y esperanza.
De pronto se ha perdido la visión integral del problema de la inseguridad, los candidatos y sus agoreros hablan solo de cifras, si bajaron o subieron unos cuantos puntos porcentuales lo homicidios u otros delitos, no tienen e cuenta que es el círculo vicioso más espantoso, inseguridad, ilegalidad e impunidad. Ello causa revictimización, resentimiento social, percepción de mayor inseguridad, falta de credibilidad en las instituciones del Estado e incapacidad de este para enfrentar la problemática.
Estamos viviendo un Estado fallido, donde no porque algunas cosas funcionen, significa que el Estado mexicano tenga la capacidad de asegurar a los ciudadanos seguridad y si esta no existe, no hay inversión, no hay turismo, no hay paz, ni tranquilidad.
¡Ah, que ya agarraron al que le disparó a Alessandra, que le pagaron por hacerlo, que aún no saben quién… que circo.
Fernando Schütte Elguero
Empresario inmobiliario, maestro, escritor, y activista en seguridad pública. Destacado en desarrollo de infraestructura y literatura.
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