La Violencia de Género se manifiesta en múltiples esferas de nuestra vida, y las mujeres que deciden denunciarla usualmente se enfrentan a una serie de cuestionamientos internos que lo dificultan, como el miedo que tiene la víctima respecto del agresor, la preocupación por los hijos en común, el temor al abandono y a la soledad ante la ausencia de recursos, etc. Dudas que muchas veces se generan al estar inmersas en un ciclo de violencia y que derivan de un desgaste emocional y psicológico.
De forma externa, existe otro factor importante que dificulta la toma de decisión de la mujer para denunciar, y se refiere a las trabas institucionales y a las deficiencias del propio sistema.
Cuando ocurre un hecho tan lamentable, como el feminicidio o la desaparición de una mujer, la familia de la víctima enfrenta no solo la terrible noticia y el dolor de la pérdida de su familiar o el desconocimiento de su paradero, sino que también tiene que experimentar el viacrucis que resulta de acercarse a las instituciones de acceso a la justicia.
Resulta común, que en la Fiscalía de la Mujer, las y los ministerios públicos no tengan la sensibilidad que se requiere, no se tomen el tiempo de explicarle a los familiares de las víctimas o a las mismas víctimas, de forma clara sobre sus asuntos, o que no brinden la información completa sobre las investigaciones o que incluso se resistan a recibir denuncias. Por otra parte, sucede también que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas no asesore adecuadamente a las víctimas y sus familiares, lo que genera que se retrasen o pierdan los procesos.
Es importante recordar que ante esas situaciones no es fácil para los familiares digerir todo lo que está sucediendo, y es necesario que quienes laboran en estas instituciones lo sepan, lo comprendan y puedan mostrar la empatía que se necesita.
Chihuahua ha transitado por un largo camino para lograr la creación de instituciones y organismos que permitan alcanzar la justicia para las mujeres, y disminuir su revictimización. Pero por lo visto, aún queda buen camino por recorrer. Han pasado casi 15 años de la Sentencia del Campo Algodonero, y todavía no terminamos de cumplir con las recomendaciones emitidas, pues aún nos encontramos con la falta de sensibilidad, empatía o una correcta orientación para las personas que lamentablemente tienen que vivir procesos judiciales a causa de la violencia efectuada contra su madre, su hermana o su hija.
Mas de 40 mujeres han sido asesinadas en lo que va del 2024 [1] en Ciudad Juárez, y en el 2023 a 153 mujeres les quitaron la vida. Lo que indica que, de un momento a otro, todas estas familias se vieron en la necesidad de acercarse a la Fiscalía para exigir justicia. Corresponde preguntarnos si en estos momentos estas familias conocen en que etapa se encuentra su proceso, si cuentan con toda la información para llevar a cabo lo necesario y que estos procesos puedan culminar en un acto de justicia y no en uno más de impunidad.
Hace algunas semanas, en la sesión del día 4 de abril, presentamos un exhorto para que de manera inmediata se llevaran a cabo las acciones necesarias con la finalidad de esclarecer el feminicidio cometido en contra de Sayra Esmeralda Ríos Gómez, quien fue localizada sin vida el martes 2 de abril, en una superficie desértica ubicada a un kilómetro de la Termoeléctrica de Samalayuca.
Desgraciadamente la familia de Sayra no recibió una atención inmediata ni la asesoría u orientación que necesitaban, por parte de las instituciones de atención y acceso a la justicia, pues durante más de un mes no se les otorgó información completa sobre el expediente y sobre el estatus en el que se encuentran las investigaciones que se están realizando.
Por otra parte, hasta hace pocos días se tuvo conocimiento del paradero del hijo de la víctima, y a pesar de esto, no fueron asesorados para interponer una denuncia por desaparición o sustracción de menores, ni tampoco se declaró una alerta amber para su localización. La colaboración del DIF Estatal ante esta situación tampoco fue percibida como rápida o accesible sino todo lo contrario.
Se debe seguir trabajando para que las mujeres se sientan seguras y acompañadas en el proceso de denuncia.
Es urgente que instituciones que fueron creadas para que las mujeres puedan acceder a la justicia, garanticen brindar un servicio digno y un acompañamiento integral que permita a las víctimas y sus familias llevar estos procesos de manera informada y agotando todos los recursos que sean necesarios para acceder a la justicia. Y que las mujeres y sus familias se sientan seguras y acompañadas en su proceso de denuncia.
[1] En abril, suman 5 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez.
Leticia Ortega Máynez
Ingeniera apasionada por las matemáticas y la investigación. Con doctorado en Manchester, ha contribuido al procesamiento de imágenes médicas. Además, ha participado activamente en movimientos sociales y políticos, abogando por los más vulnerables. Actualmente es Diputada Local por el Distrito 02 en Ciudad Juárez.
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