En más de una ocasión a través no solo de este espacio sino del espacio que como legislador me ha conferido la ciudadanía, se ha pugnado por promover propuestas que impulsan la participación ciudadana como un mecanismo de mejora de la función pública que da sentido a la verdadera democracia.
Partiendo de lo anterior, vemos con agrado la medida que se ha adoptado por parte del Gobierno de México para mejorar las condiciones de los centros de salud, y optimizar la atención a las personas derechohabientes, a través de los de subsidios directos entregados a los Comités de Salud que son integrados por la sociedad civil quienes conocen de primera mano las necesidades de sus centros de salud.
Generando un programa bajo los principios de la organización y el trabajo colectivo, el bien común y los entornos saludables, así como el impulso de la economía local y la transparencia y el combate a la corrupción, de inicio se promovió la creación de comités ciudadanos de salud, que traerán beneficios para casi 12 mil centros de salud en todo el país bajo el programa “La Clínica es Nuestra” lo que se traduce en una inversión de más de seis mil millones de pesos sometidos a la auditoría social para asegurar la transparencia en el uso de los recursos públicos.
Tenemos así que, por mencionar algunos ejemplos, en entidades como Veracruz, los comités recibirán $598.4 millones en Oaxaca recibirán $543.3 millones de pesos, mientras que los de Chiapas recibirán $458.6 millones de pesos y los de Guerrero $433 millones de pesos, recursos que pueden utilizarse ya sea para mejora de la infraestructura o bien compra de equipo, según lo consideren las personas que integran dichos comités.
Sin embargo, aquí en el estado, pareciera que toda marcha de maravilla y no hay pendientes que atender en cuanto a salud; a pesar de que, la propia Ley Estatal de Salud contempla la constitución de comités de salud integrados de igual manera por la sociedad civil y cuyo claro objetivo es participar en el mejoramiento y vigilancia de los servicios de salud promoviendo además la mejora de las condiciones de la población.
Y es que, a pesar de que la inversión destinada a la rehabilitación, reparación y adquisición de insumos médicos en centros de primer nivel de atención de la salud, debería ser una prioridad para cualquier nivel de gobierno, sobre todo cuando la promoción de la participación ciudadana como parte fundamental de la toma de decisiones está contemplada además como un objetivo en la ley estatal, aquí en Chihuahua las y los diputados de la mayoría no quieren ni siquiera tomarse la molestia en hacer un llamado a la gobernadora promover la creación e integración de los comités ciudadanos de salud.
Justo la semana pasada y para recordar que, efectivamente como candidatas y candidatos prometían velar por los derechos del electorado, pero en tribuna se los niegan, esos legisladores enojados utilizan lo que debería ser una obligación, como un medio de castigo al electorado que no les ha refrendado más la confianza a través de un voto que no les favorece.
Bajo ninguna óptica se justifica la indiferencia y mucho menos la condescendencia con la que el “PRIAN” y sus aliados a nivel local buscan castigar a las y los chihuahuenses; afortunadamente, la próxima legislatura no la tendrán tan fácil, ya que, a pesar de lo que afirmaba incluso la gobernadora, a Chihuahua, la transformación ya llegó.
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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