“Por salud mental” es una canción de la cantante Yuridia, un melodrama que describe algunas de las características de la muy particular forma de relacionarnos especialmente en la pareja, la letra hace referencia de varios términos del proceso psicoemocional al momento de una separación como el desapego, la responsabilidad afectiva, la seguridad personal, la autonomía y la autoestima.
Hace algunos días la escuché y me encantó la forma de expresión y el reconocimiento de las emociones a propósito además de fiebre de la película Intensamente 2, no hay duda de que ser emocional e interesarnos por la salud mental esta de moda.
Pero que este de moda o nos interesemos por películas y canciones no es suficiente, si bien, la propagación de conceptos relacionados con la importancia del autocuidado que incluya aspectos más allá de las condiciones físicas ayudan a eliminar prejuicios y estereotipos que limitan y afectan nuestro bienestar; la practica real, los cambios de hábitos e ideas sociales y la adaptación a nuevas formas de entendernos desde una óptica más orientada en el ser humano y menos en las reglas sociales es bastante complicado.
Esta nueva forma va desde como concebimos que debe ser una relación de amistad, laboral, el matrimonio y los roles sociales que ejercemos en cada etapa de nuestra vida.
En más de una ocasión he visto a mujeres y hombres aferrarse a sus funciones sociales, atados a personas que las une una fotografía familiar, sobreviviendo en instituciones que no inspiran nada en ellos, añorando el trabajo que antes tuvieron y no volverá, renegando del sistema político, del mal trato delos cajeros del Oxxo y de lo mal que manejan los conductores, afectaciones que están en nuestra mente, que moldean nuestro carácter que se expresan en emociones y que se convierten en enfermedades de salud mental cada vez mas frecuentes y mortales.
El ultimo informe sobre salud mental de OMS revela que a partir de la pandemia del COVID 2019 las tasas de trastornos que ya son comunes, como la depresión y la ansiedad, aumentaron en un 25%, estadística en la que probablemente estemos muchos de nosotros. (Department of Mental Health and Substance Use World Health Organization)
Se estima que en Mexico hay una prevalencia anual de trastornos mentales de casi una quinta parte de la población total. Esos padecimientos no se manifiestan en la misma intensidad, sino que estos pueden ser trastornos leves en 33.9%, moderados 40.5% y el 25.7% trastornos graves o severos (Secretaría de Salud, Gob. De Mexico).
Las patologías mentales existen, se agravan y van causando estragos… quizás para muchos sean invisibles o silenciosas, pero para quienes observan el mundo más allá de su propio confort saben que cada vez mas familias enfrentan perdidas por suicidio principalmente de jóvenes, que el estrés generado por una crisis económica es capaz de provocar una ulcera, que las depresiones por perdidas detienen por completo la vida de alguien y que no todos cuentan con las herramientas necesarias para reactivarla.
Saben que la mayoría de los problemas en la educación son a causa de una familia disfuncional, que los el 80 % de las consultas a médicos generales tienen que ver con situaciones de relaciones afectivas de las personas, saben que la incidencia en la criminalidad proviene de trastornos ocasionados en la niñez por afectaciones psicoemocionales.
Todos sabemos diría el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus Director de la OMS “que sin salud mental no habrá salud”.
Pero antes de cuestionar los sistemas de salud pública, de exponer propuestas y programas, antes criticar al vecino, para quienes tenemos la fortuna de acceder a fuentes de autoconocimiento y círculos de apoyo, antes de todo, como ciudadanos debemos de responsabilizarnos de nuestro propio contexto, debemos de realizar un diagnostico para validar si estamos conscientes de los resultados que tienen nuestras ideas, acciones y manifestaciones emocionales para nosotros mismos y las personas con que están cerca de nosotros.
Ahí es donde podemos apreciar que tan saludables somos, en la capacidad que tenemos para no provocar heridas en los demás, para responder con asertividad ante las diferencias con los amigos, para liberarnos de las presiones de las aspiraciones que otros tienen sobre nosotros y actuar con autonomía y libertad, para contribuir al crecimiento personal dejando que cada quien pueda responder por sus propias necesidades, para cerrar ciclos, quemar naves y construir nuevas visiones y entendimientos que nos hagan mas fuertes e inmunes, para aceptar que cualquier trastorno es tan humano como una gripe y dejar de paralizarnos y avergonzarnos ante ellos.
Asi podemos profundizar en el valor y el compromiso que le atribuimos a la salud mental, reorganizar los entornos que influyen en ella y reconocer nuestra participación y responsabilidad para sanarnos y contribuir a la sanación de otros;
¡Por amor propio, por salud mental!
Rocío Saenz
Lic. En Comercio Exterior. Lic. En Educación con especialidad en Historia. Docente Educación Básica Media y Media Superior, Fundadora de Renace Mujer A.C. Directora de Renace Mujer Lencería, Consultora socio política de Mujeres.