Este 2024, el actual mandatario demócrata Joe Biden aspira a la reelección junto a su vicepresidenta Kamala Harris, quien hizo historia en 2021 como la primera mujer en ascender al cargo en la historia de EEUU.

Por otro lado, el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, aún mantiene la incógnita sobre quien será el elegido para convertirse en su nueva mano derecha de regresar a la Oficina Oval. Esta es la noticia más esperada de la campaña de Trump, que al parecer demorará el anuncio hasta el inicio de la Convención Nacional Republicana, la próxima semana.

Una decisión vital

Cada candidato tiene sus propias prioridades al escoger un compañero de fórmula.

Décadas atrás, el vicepresidente era considerado poco importante y su elección se veía más como una manera de “equilibrar” la fórmula presidencial de forma geográfica o ideológica. Sin embargo, a partir de 1992, el modelo de equilibrio se ha transformado en uno de “asociación”, afirma Elaine Kamarck, analista política y autora del libro “Eligiendo al vicepresidente”.

Ahora, los candidatos presidenciales también eligen un compañero de fórmula basado en su capacidad para ayudarlos en el proceso cada vez más complejo de gobernar al país, explica Kamarck, directora fundadora del Centro para la Gestión Pública Eficaz del Instituto Brookings, con sede en Washington.

El propio Joe Biden sirvió como vicepresidente de Barack Obama durante sus dos mandatos, elegido por su experiencia como legislador y su valía como mano derecha en cuestiones de gobierno. En una conferencia reciente, Biden -quien enfrenta presiones para dejar la carrera por dudas sobre su capacidad física y mental para afrontar cuatro años más en el cargo – reafirmó su confianza en Harris.

Ante el protagonismo que ha tomado Harris, quien reemplazaría al presidente en caso de que este no pudiera continuar su labor, Biden dijo que “sus logros y atributos durante los últimos cuatro años la hacen estar lista para servir desde el primer día”, aunque reafirmó que se mantiene en campaña.

En 2016, Trump eligió al entonces gobernador de Indiana, Mike Pence, como su compañero de dupla, terminando semanas de intensa especulación. Pence, con una extensa experiencia en la Cámara de Representantes, le ayudó también a atraer a la base más conservadora del Partido Republicano.

“Lo que cambió la relación entre los presidentes y sus vicepresidentes tiene sus raíces en el proceso de nominación. Los cambios en el proceso de nominación en sí han disminuido la importancia del equilibrio en la lista y han aumentado la importancia de la asociación”, agrega Kamarck.

¿Cuáles son las responsabilidades de un vicepresidente?

La constitución de EEUU establece que un potencial vicepresidente debe haber nacido en el país, tener al menos 35 años y haber vivido en territorio estadounidense por los 14 años anteriores a su elección.

El vicepresidente o la vicepresidenta ocupa el cargo inmediatamente debajo del presidente, y debe asumir las responsabilidades de la presidencia en caso de que el mandatario muera, esté incapacitado o deje el cargo antes del fin de su término, según la Constitución de EEUU.

Quien ocupa la oficina de la vicepresidencia tiene la particularidad de servir en dos ramas del gobierno, el Ejecutivo y el Legislativo. En este último, lo hace en capacidad de líder del Senado, donde preside sesiones y emite votos de desempate cuando los senadores electos están igualmente divididos.

Sin embargo, la gran parte del tiempo la debe concentrar en tareas del poder Ejecutivo junto al presidente, a quien le sirve como asesor y mano derecha; y el resto de los miembros del gabinete.

A diferencia del pasado, cuando el cargo era casi simbólico y sus ocupantes recibían tareas menores, los vicetitulares tienen responsabilidades cruciales dentro de la administración.

Harris fue nombrada por Biden al principio de su gestión como la persona encargada de liderar los esfuerzos de la Casa Blanca para evitar la migración irregular. Esta responsabilidad, sin embargo, no necesariamente pasaría a otro vicepresidente que llegue a la posición.

Pence en su momento fue una figura clave en el gobierno de Donald Trump (2017-2020), a quien acompañó como compañero de dupla en las contenciosas elecciones de 2020, donde se llevaría la victoria Biden. La relación entre Trump y Pence se resquebrajaría sin remedio tras los en el Capitolio, cuando una turba de seguidores del expresidentes trató de impedir la sesión de confirmación de Joe Biden como ganador.

Pence presidía la sesión y se negó a detener la certificación de los resultados. La ruptura entre ambos llegó a tal punto que el exvicepresidente se postuló como aspirante a la nominación presidencial republicana este año, enfrentándose a su antiguo jefe. Pence no apoyó a Trump al suspender su campaña, como si lo han hecho el resto de los excandidatos.

La incógnita de este ciclo

Al igual que en 2016, la elección del compañero de fórmula del expresidente Donald Trump ha sido objeto de gran especulación.

Se espera que Trump anuncie a su vicepresidente en coincidencia con el inicio de la Convención Republicana, por celebrarse del 15 al 19 de julio en Milwaukee, Wisconsin. Los senadores Marco Rubio y J.D. Bance, así como el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, estarían en lo alto de la lista de candidatos al puesto según reportes.

Aunque aún no se ha definido una fecha, es posible que los contendientes a la vicepresidencia se enfrenten en un debate televisado en las próximas semanas. En mayo, la campaña Biden aceptó una invitación del canal CBS para que Harris debatiera al compañero de fórmula de Trump, quien aún no se ha expresado sobre esta posibilidad.