Trump, que será confirmado como el nominado presidencial del Partido Republicano en la Convención Nacional de la próxima semana, no ha dado pistas que indiquen con claridad a quien escogerá como número dos en su prevista revancha con el mandatario demócrata Joe Biden.

El anuncio previsiblemente tendrá lugar al inicio de la reunión partidista, del 15 al 19 de julio en Milwaukee, Wisconsin. Esta es la noticia más esperada de una masiva cita que arropará a Trump como líder indiscutible del partido.

Aunque el expresidente no se ha decantado en público por ninguno de sus aliados, analistas y votantes ya tienen a sus favoritos, basados en las interacciones, las apariciones en los actos de campaña de Trump y sus posiciones hacia el polémico magnate, que podría todavía sorprender con una decisión inesperada.

Estos aspirantes aportarían diferentes experiencias y puntos fuertes a la fórmula presidencial republicana de Trump. Entre ellos hay veteranos legisladores, carismáticas figuras emergentes y exitosos empresarios, miembros de minorías y conocedores de los entresijos de Washington.

Varios de ellos habían criticado duramente a Trump e incluso compitieron en su contra por la nominación presidencial partidista, pero se alinearon con él después de que la base republicana apoyara al exmandatario.

¿Quiénes están en lo alto de la lista?

Marco Rubio, experimentado senador de origen hispano

El veterano político de origen cubano Marco Rubio es el más conocido entre los tres aspirantes en lo alto de las apuestas. A pesar de tener 53 años, acumula más de 25 de experiencia en puestos de gobierno, la última década como miembro del Senado por el estado de la Florida.

En la Cámara Alta del Congreso estadounidense cumple actualmente su tercer mandato y es vicepresidente de la Comisión de Inteligencia del Senado.

Rubio nació en Miami, de padres cubanos que emigraron a EEUU antes de la llegada al poder de Fidel Castro, en 1959. Es abogado de profesión y está casado y tiene cuatro hijos. Habla español y es popular entre la comunidad cubano americana, por lo que podría servir como puente hacia los votantes hispanos.

En 2016 presentó su candidatura en las primarias presidenciales republicanas frente a Donald Trump, a quien criticó duramente y calificó de “estafador”. Desde entonces ha cambiado su posición hacia el exmandatario, a quien asesora en cuestiones de política latinoamericana y de quien es un partidario acérrimo en el Congreso.

Doug Burgum, exitoso empresario y opción estable

El rico empresario Doug Burgum ha sido elegido dos veces como gobernador de Dakota del Norte. Entre los favoritos a convertirse a la vicepresidencia, destaca por ofrecer estabilidad y confianza. Con su imagen de político a la vieja usanza y experiencia como hombre de negocios, se posiciona como un número dos con el que Trump se siente cómodo y que no robaría el protagonismo al exmandatario.

De 67 años, Burgum se ha casado en dos ocasiones y tiene tres hijos de su primer matrimonio. Se enfrentó a Trump en las breves primarias republicanas de 2024, donde le dedicó ligeras críticas. Tras la suspensión de su campaña, se convirtió en uno de sus aliados más cercanos, sirviendo de sustituto ante la prensa, con presencia habitual en mitines políticos.

El gobernador estuvo entre los exaspirantes republicanos que asistió al juicio contra Trump en Nueva York para apoyarlo y luego rechazó el veredicto de culpabilidad contra el expresidente.

J.D. Vance, carismática figura emergente

El senador novato por el estado de Ohio J.D. Vance es de menor experiencia entre los favoritos a convertirse en vicepresidentes de Trump, pero posiblemente sea el más carismático.

Autor del bestseller “Hillbilly, una elegía rural: Memorias de una familia y una cultura en crisis”, pasó de ser un feroz republicano “Never Trump” o “Nunca Trump”, a ser uno de sus aliados más vocales. Según analistas, la fortaleza que aportaría Vance al expresidente sería su papel como mensajero eficaz de su plataforma.

Veterano del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, Vance tiene 39 años, esta casado y tres hijos. Antes de postularse al Senado en 2022, trabajaba como capitalista de riesgo. Titulado de Derecho, el joven político lleva poco más de un año en el Senado. Antes de eso, no había asumido cargos públicos de ningún tipo.

Con menos posibilidades, pero aún en la carrera

El senador por Carolina del Sur Tim Scott y la representante por Nueva York Elise Stefanik son vistos como otras posibilidades en las cábalas, aunque menos probables.

Como Burgum, Scott se presentó como rival de Trump en las primarias, para luego pasar a ser aliado leal y mensajero de campaña del expresidente. El político afroamericano podría atraer a votantes negros, un grupo que se ha alejado históricamente del exmandatario.

De 58 años, el legislador comenzó su trayectoria como servidor público en 1995. Fue elegido como representante en la Cámara Baja del Congreso antes de convertirse en senador, cargo que ocupa desde 2013.

Elise Stefanik sirve en la Cámara de Representantes desde 2015 y actualmente es presidenta de la Conferencia Republicana de ese órgano. En más de una ocasión ha resaltado su meteórico ascenso en el partido, en el que pasó de ser subestimada a asegurarse ser la tercera posición en el liderazgo republicano del Congreso.

Siendo mujer, Stefanik podría atraer al voto femenino, con el que Trump ha tenido problemas.

En un inicio se habló de las ventajas que podría traer a la fórmula la exembajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, aunque esas posibilidades parecen haberse esfumado ante la fría relación de la exgobernadora de Carolina del Sur con su antiguo jefe. Haley fue la durante el periodo de primarias.

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, considerado una vez como la promesa más brillante del Partido Republicano y la alternativa más viable a Trump, ni siquiera está considerado como un contendiente a la vicepresidencia de su antiguo mentor.