Sandra Avila Beltrán, conocida como la “Reina del Pacífico” por sus presuntos lazos con jerarcas del narcotráfico mexicano y colombiano, fue sacada de un centro de detención de inmigrantes de Luisiana y trasladada a El Paso, dijo el miércoles a la AP su abogado estadounidense, quien agregó que es posible que sea deportada a México.
“Está en un sitio de El Paso, Texas, esperando que la transporten a México. No sabemos si será por tierra o por vía aérea”, expresó el abogado Stephen Ralls en un mensaje electrónico a The Associated Press.
Un portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que pidió no ser identificado a tenor con las normas de la entidad, declaró a la AP que no tenía comentarios al respecto.
Por lo general las autoridades estadounidenses informan sobre las deportaciones una vez que se han concretado y los inmigrantes repatriados han sido entregados a funcionarios de sus países. No tienen obligación de ofrecer detalles del procedimiento a los abogados.
Por su parte, las autoridades mexicanas dijeron que aún no han recibido la notificación de traslado, según un funcionario de la fiscalía que no está autorizado a hablar con la prensa.
El 25 de julio pasado, la “Reina del Pacífico” fue condenada a 70 meses de prisión por ayudar a evadir la justicia a su ex pareja sentimental, el narcotraficante colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez.
La defensa de Avila Beltrán había pedido al juez federal Michael Moore que diera por cumplida la condena de la mexicana por el tiempo que ya había pasado encarcelada en México y el que llevaba detenida en Miami.
El magistrado aceptó la solicitud al considerar que debía tomarse en cuenta el tiempo que estuvo tras las rejas desde que fue detenida en México el 28 de septiembre del 2007. En Miami estuvo encarcelada casi un año.
Los extranjeros que han cometido algún delito grave en Estados Unidos por lo general son deportados.
Tras la sentencia, Avila Beltrán permaneció unos días en la prisión federal en la que estaba, hasta que fue trasladada a un centro de detención de inmigrantes en el sur de la Florida, desde donde fue enviada después a Luisiana.
En abril Avila Beltrán, de 52 años, negoció con la fiscalía para recibir una condena más leve. Como parte del acuerdo, se declaró culpable de haber ayudado a ocultarse a Espinosa Ramírez.
El hombre, que era el enlace entre el Cártel de Sinaloa, de México, y el Cártel del Norte del Valle, de Colombia, se había declarado culpable de acusaciones relacionadas con el tráfico de cocaína en 2009.
La justicia de Estados Unidos acusó en 2004 a Avila Beltrán de asociación ilícita para importar cocaína y asociación ilícita para distribuir al menos 100 kilos de esa droga en el país, pero la fiscalía retiró esos cargos como parte del acuerdo.
En su declaración de culpabilidad, Avila Beltrán admitió que facilitó dinero a Espinosa Ramírez entre 2002 y 2004 para que pudiera viajar por México.
Avila Beltrán fue extraditada desde México a comienzos de agosto del 2012.
Sobrina del narcotraficante mexicano Miguel Angel Félix Gallardo, Avila Beltrán manifestó al principio que era inocente y que se ganaba la vida vendiendo ropa.
“El Padrino” del narcotráfico mexicano, como se lo conoce a Gallardo, purga una condena de 40 años de cárcel por el asesinato del agente antidrogas estadounidense Enrique “Kiki” Camarera, en 1985, y por otros delitos.
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