En los últimos días del mandato del inquilino de Palacio, el aún presidente López Obrador, México ha sido testigo de una serie de aprobaciones legislativas que han generado controversia y debate. Las cámaras legislativas, que durante el periodo anterior no lograron aprobar ciertas reformas, ahora parecen avanzar a un ritmo acelerado, aprobando leyes y reformas como si fueran simples caprichos del presidente. Este fenómeno ha sido interpretado por muchos como un intento de López Obrador de dejar un legado duradero antes de su salida del poder, dado que él y el autoritarismo parecen ser viejos conocidos.
La rapidez con la que se están aprobando estas leyes ha llevado a algunos a considerar estas acciones como un “regalo de despedida” del presidente. Durante su mandato, López Obrador ha impulsado una agenda de cambios profundos en diversas áreas, desde la economía hasta la política social. Sin embargo, muchas de estas propuestas enfrentaron obstáculos significativos en el Congreso. Ahora, con una mayoría legislativa a su favor, el presidente parece decidido a aprovechar al máximo sus últimos días en el cargo para consolidar su visión para el país.
A pesar de los llamados a la calma por parte de la presidenta electa, quien ha solicitado un enfoque más pausado y reflexivo en la aprobación de nuevas leyes, el presidente López Obrador ha optado por un enfoque de “fast track”.
La semana pasada se aprobó en lo general y en lo particular la reforma judicial. Esta reforma, uno de los proyectos más ambiciosos del presidente, busca modificar la estructura y el funcionamiento del Poder Judicial. Anoche, en la Cámara de Diputados, se aprobó la que prácticamente será la militarización del país. Esta medida ahora pasa al Senado, donde ya se anticipa su aprobación. ¿Confiaría usted en el senador Yunes, querido lector? Exacto, el que traiciona una vez, traiciona siempre. Así que ya sabemos qué pasará.
La mayoría legislativa con la que cuenta el presidente ha sido un factor crucial en esta aceleración. Con el apoyo de su partido y aliados, verdaderos aplaudidores de su “mesías”, López Obrador ha logrado superar la resistencia que enfrentó anteriormente. Esta mayoría le ha permitido avanzar con reformas que, de otro modo, habrían sido bloqueadas o diluidas. Sin embargo, esta situación también ha generado críticas de aquellos que ven en esta prisa una falta de respeto por el proceso democrático y una concentración excesiva de poder en el Ejecutivo. Claro que aún existimos personas que nos damos cuenta de que esto no está bien, o por lo menos, no del todo.
Las consecuencias de esta aceleración legislativa aún están por verse en su totalidad; ya estamos presenciando algunos efectos de forma ligera, como el tambaleo económico. Algunos analistas advierten que la aprobación apresurada de leyes puede traer problemas en su implementación y desafíos legales. Además, existe el riesgo de que futuras administraciones se vean obligadas a lidiar con las repercusiones de decisiones tomadas sin el debido análisis y debate. Por otro lado, los defensores de este enfoque argumentan que es necesario para avanzar en reformas urgentes y que el presidente está actuando en el mejor interés del país; yo diría, más en el suyo.
La sociedad mexicana ha reaccionado de diversas maneras a esta situación. Mientras algunos apoyan las acciones del presidente y ven en ellas un esfuerzo por cumplir sus promesas de campaña —aunque sea a último minuto—, otros expresan su preocupación por la falta de transparencia y el posible impacto negativo de estas decisiones. Las redes sociales y los medios de comunicación han sido escenarios de intensos debates sobre la legitimidad y las implicaciones de este “fast track” legislativo.
Esto refleja tanto la determinación del presidente por dejar un legado duradero como las complejidades del proceso legislativo en México. Faltan menos de 15 días para que se retire a su rancho en Palenque, pero como diría aquel periodista mexicano, ¡Aún hay más!
Aldonza González Amador
Criminóloga y Empresaria Juarense
Actualmente Presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas en el Estado de Chihuahua (ONMPRI) y Estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de la Rioja España.
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