!They are eating the cats! !They are eating the dogs!
Donald Trump en referencia a la migración
haitiana en el estado de Ohio.
Hoy martes 5 de noviembre, termina la larga campaña por la presidencia de la Republica en el vecino país del norte. Y esta termina de la manera más increíble y surrealista que pudiera esperarse. Esta elección, por mucho, será recordada como la elección increíble.
Empezando por la increíble indolencia y abulia del actual partido en el poder, el Partido Demócrata para reaccionar ante un fenómeno social que evidentemente siguen sin entender, y mucho menos saber cómo enfrentar, el fenómeno Donal Trump.
En el 2016, la intelligentsia de dicho partido, se dio el lujo de jugarle sucio al popular senador Bernie Sanders, poniéndole toda clase de obstáculos e inclusive robándole delegados en las elecciones primarias para elegir candidato en aquel año. Todo porque el senador Sanders se declara socialista.
¿Cómo iban a permitir que un socialista encabezara su candidatura por muy popular que fuera? En lugar de ello, le dieron todo el apoyo a una candidata moderada y “de casa”, Hillary Clinton. Increíblemente creyeron que el apellido Clinton iba a ser suficiente para derrotar fácilmente a un candidato tan “malo” como Donal Trump.
Todavía el día de la elección había fiesta en el cuartel general de la señora Clinton porque estaban seguros de su triunfo, pero, para su sorpresa, no fue así. Increíblemente Donal Trump, un destacado narcisista, defraudador y acosador sexual, en pocas palabras, un ser humano que acumula todos los antivalores enarbolados por los evangélicos blancos de los Estados Unidos, resultó el triunfador.
Como era de esperarse, durante los cuatro años de la presidencia de Trump, la única constante fue el caos. Desde un inicio dio rienda suelta a la xenofobia, tal como lo había anunciado desde su campaña, prohibiendo la entrada de musulmanes, separando familias de migrantes y en general culpando de todos los males del país, a los migrantes.
Todo lo anterior basado en verdades a medias o flagrantes mentiras, e increíblemente la mitad de la población estadounidense le creyó …y le sigue creyendo.
En el 2020, increíblemente el partido Demócrata postuló, como candidato a la presidencia, a un candidato gris y con poco carisma, Joe Biden. Para fortuna de dicho partido, y del mundo en general, fue tan desastroso el periodo Trump, que los votantes demócratas que por desencanto no salieron a votar en el 2016, si lo hicieron en el 2020, no tanto a favor de Biden, sino en contra de Trump, y este perdió.
Como todos sabemos, a pesar de no contar con alguna evidencia, Trump se declaró, como siempre lo hace, víctima de un mega fraude, y empezó su campaña para la elección del 2020. Increíblemente ante esa situación, los demócratas no hicieron nada o muy poco.
Cuando Joe Baiden fue designado candidato en el 2020, ya tenía 78 años, para después convertirse en el presidente de mas edad en la historia de ese país. Durante su presidencia, hubo varios episodios que hicieron sonar las alarmas de su capacidad mental y de su estado de salud en general.
Y ni siquiera por eso los demócratas tuvieron la iniciativa de ir preparando y de darle visibilidad a alguien más que pudiera entrar a remplazar a Biden en caso de que este no hubiera podido presentarse a la reelección por su propia longevidad. En pocas palabras, no tenían plan B.
De igual manera, tardaron tanto tiempo en someter a juicio a Donal Trump, por las muy diversas acciones delictivas que vino realizando desde la presidencia de la República, destacando el intento de golpe de estado del 6 de enero del 2021, que cuando lo hicieron, ya estaba el proceso electoral encima, y solo vinieron a fortalecer la imagen de “victima” que sus seguidores le han dado.
Una vez iniciado formalmente el proceso, Donal Trump, aquí sí, sin ninguna sorpresa, en el primer debate dio fácil cuenta de un Joe Biden evidentemente avejentado. Cansado por el ejercicio de poder. Y entonces ahora sí, se prendieron las alarmas.
Tuvo que entrar la vicepresidenta Kamala Harris, al quite, pero como los demócratas, increíblemente no habían previsto este relevo, resultó que no había tenido exposición mediática suficiente. El votante promedio norteamericano no la conocía.
En un principio, la señora Harris logró generar algo de entusiasmo en las huestes demócratas, pero ese momentum se fue perdiendo poco a poco, al grado de que hoy, día de la elección, las múltiples encuestas de opinión, increíblemente muestran un empate técnico.
Lo cerrado de la elección, nos permite suponer que no habrá ganador declarado esta noche. Habrán de pasar varios días para que los resultados empiecen a fluir, pero si podemos anticipar que Trump, fiel a su estilo, se declarará ganador, y que empezará a denunciar un inexistente fraude.
Por lo anterior, y para cerrar una elección increíble, increíblemente la mitad de la población norteamericana, los miembros del culto Trump, le van a creer.
Espero estar equivocado.
Es cuánto.
En Ciudad Juarez Chihuahua, a 4 de noviembre del 2024
José Antonio Blanco
Ingeniero Electromecánico. Juarense egresado del ITCJ con estudios de maestría en Ingeniería Administrativa por la misma institución y diplomado en Desarrollo Organizacional por el ITESM. Labora desde 1988 en la industria maquiladora. Militó en el PRD de 1989 al 2001.
En la actualidad, un ciudadano comprometido con las causas progresistas de nuestro tiempo, sin militancia activa.
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