Hace unas semanas hubo un encuentro de profesores de secundaria en los campos formativos de lenguajes (español) y Ética, Naturaleza y Sociedad (Formación Cívica y Ética) de la zona 53 que es a la que pertenecen las secundarias privadas; cuyo propósito fue compartir dinámicas y proyectos para formar una comunidad de lenguajes. La propuesta sonaba atractiva ya que el motivo de estos eventos es encontrar puntos en común.
Lo que me llamó la atención enseguida fue que la base filosófica que se pretende usar es el Humanismo en la Educación ya que esta reconoce que toda persona es consciente, libre y racional. Es decir, el sujeto se da cuenta de las cosas, tiene la capacidad de elegir, de abstraer y concretar, sin embargo; aunque se haya planteado como algo novedoso esto ya existe y fue planteado en el Renacimiento (siglos XV-XVI) que fue el periodo de la sangre, las letras, el arte, la arquitectura, el Trivium, el Qadrivium y el acero. Pues las guerras promovieron el desarrollo de las artes, las ciencias, la política, el comercio y la filosofía.
Pero hay un elemento y es que los científicos, artistas, naturalistas, filósofos, políticos y militares renacentistas tenían una formación teológica aprendida en el sistema feudal y que después estas generaciones de más menos 100 años fundarían el Estado laico, moderno y antropocentrista.
Volviendo al enfoque educativo mexicano, se propone que el alumno funde toda su realidad. La cuestión es que el alumno es joven, no ha vivido, ni leído, ni viajado, tampoco ha amado y que está conociendo sus talentos y alcances. Entonces ¿Cómo va a fundar una nueva realidad? ¿Cómo va a ser crítico? ¿Cuál es su punto de comparación? Los renacentistas partieron de puntos muy concretos, de lo que conocían, pero aquellas generaciones que promovieron los cambios fueron los militares que entre guerras viajaban, conocían, hacían política y se relacionaban con la economía, así mismo; los reyes y emperadores guerreros repensaban el arte de gobernar, las instituciones más los descubrimientos del mundo con América. De este proceso tenemos dos magníficos ejemplos son Hernán Cortés y Miguel de Cervantes, el primero es el Renacimiento y el segundo la Modernidad.
Por ello la cuestión del por qué dejarles todo el peso a generaciones tan jóvenes, aún tienen mucho que aprender y siguen necesitando de una mentoría, ya tenemos antecedentes históricos. Que, por cierto, dentro de las asignaturas para los alumnos de secundaria se han implementado materias de refuerzo psicológico y emocional como “Habilidades para la vida” o “Aula Happy”. Pero cuesta trabajo ganar su confianza ya que no tenemos los mismos puentes de comunicación. El maestro debe estar actualizado y dispuesto a ser receptor de todos los males del alumnado. Pero ¿Quién atiende a los maestros? ¿Tanto debe dar un maestro? ¿Y los salarios y seguridad social?
La Nueva Escuela Mexicana busca que a partir del aprendizaje en proyectos los alumnos y maestros sean los agentes de cambio en la sociedad, como en el Renacimiento, pero quizá todavía sea trabajo del adulto joven seguir formando ¿A caso el Estado ya acepto su fracaso institucional? ¿Será que ya comenzó el proceso de refundación nacional?
Marduk Silva
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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