Hace unos días presenté una iniciativa que tiene un solo objetivo: tipificar el delito de corrupción inmobiliaria en Chihuahua. Esta propuesta no es solo un cambio legal, es una declaración de principios contra la impunidad y a favor de las familias que han sido ignoradas durante demasiado tiempo.
La corrupción inmobiliaria es un cáncer que afecta a nuestro estado. No solo viola el derecho de las personas a una vivienda digna, sino que también pone en riesgo la seguridad jurídica de los propietarios, fomenta el abuso de poder y beneficia únicamente a quienes buscan enriquecerse a costa de la ciudadanía. Al tipificar este delito, queremos cerrar las puertas al cartel inmobiliario y acabar con las prácticas irregulares que hoy se justifican bajo pretextos legales inaceptables.
La propuesta que presenté establece sanciones claras y severas: penas de hasta 20 años de prisión y multas equivalentes al valor de los inmuebles irregulares. Además, agrava las penas para aquellos funcionarios públicos que obtengan beneficios económicos directos o indirectos de estas prácticas ilegales. Porque, seamos claros, la corrupción no ocurre sola; necesita cómplices, y esos cómplices deben rendir cuentas.
No estamos hablando de algo abstracto. La corrupción inmobiliaria es un delito que afecta directamente a las familias chihuahuenses. Construcciones sin permisos adecuados, fraudes en la venta de propiedades y la permisividad de las autoridades no son simples irregularidades; son agresiones al tejido social de nuestra comunidad. Es hora de ponerles un alto.
La situación actual refleja un abuso del poder público que no podemos permitir. Cada construcción ilegal y cada permiso otorgado irregularmente representan una traición a la confianza de la ciudadanía. En mi labor como diputada, me comprometo a combatir estas injusticias con todos los recursos a mi alcance.
Chihuahua necesita leyes que defiendan a la gente, no a los intereses de unos cuantos. Esta iniciativa sigue el ejemplo de la Ciudad de México, donde ya se han logrado avances significativos en esta lucha.
La política tiene que ser un instrumento de justicia, no de corrupción. Hoy le digo a Chihuahua: no descansaré hasta que este delito sea reconocido por lo que es y quienes lo cometan enfrenten las consecuencias de sus actos.
Juntas y juntos, podemos construir un estado donde la vivienda deje de ser un privilegio controlado por unos cuantos y se convierta en un derecho garantizado para todas las personas. Este es el primer paso, y vamos a darlo con fuerza y determinación.
Brenda Ríos
Orgullosa Chihuahuense. Amo y respeto la naturaleza. Soy mamá de Alex Benjamin, Austria Camila y esposa de Alex LeBaron. Mi pasión siempre ha sido el servicio público/civil, me inspira luchar por grandes causas que cambien el mundo. Empresaria agrícola y consultora ambiental.