En Cuauhtémoc y Nuevo Casas Grandes, la Ceave organizó encuentros navideños para niñas y niños víctimas de delitos, promoviendo alegría y apoyo comunitario.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – En un esfuerzo por fomentar la alegría y brindar un espacio de convivencia para los más pequeños afectados por situaciones adversas, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Delito (Ceave) realizó encuentros navideños en los municipios de Cuauhtémoc y Nuevo Casas Grandes.
Este tipo de actividades son especialmente relevantes en una región donde la violencia y la inseguridad han dejado huellas profundas en la sociedad. En este contexto, la labor de la Ceave cobra un sentido aún más profundo, al buscar no sólo la atención a las víctimas, sino también su inclusión en espacios recreativos que promuevan la recuperación emocional.
La comisionada Norma Ledezma Ortega lideró estas actividades con un enfoque claro: facilitar momentos de alegría para niñas y niños que han sido, directa o indirectamente, víctimas de delitos. Durante los eventos, se ofreció una variada gama de actividades lúdicas y recreativas, diseñadas no solo para entretener, sino para fomentar un sentido de pertenencia y apoyo entre los menores. Estos encuentros se convierten en una plataforma para que los pequeños no solo compartan sus historias, sino que también encuentren en otros a quienes han atravesado experiencias similares, promoviendo la creación de redes de apoyo esenciales para su desarrollo emocional.
En Nuevo Casas Grandes, los asistentes disfrutaron de una comida y refrigerios, junto a juegos y un espectáculo de payasitos que lograron contagiar de alegría a los presentes. Este tipo de dinámicas, que buscan sacar sonrisas y hacer olvidar, aunque sea por un momento, los sufrimientos pasados, son cruciales para el bienestar psicológico de los niños. Este enfoque lúdico permite que los menores se olviden de sus preocupaciones y circunstancias difíciles, brindándoles un respiro merecido.
En Cuauhtémoc, el evento no se quedó atrás. Más de 200 personas participaron de diversas dinámicas que incluyeron juegos, alimentos y regalos. Además, la colaboración de organismos como la Cruz Roja Mexicana y el Escuadrón de Bomberos Municipal enriqueció la experiencia, demostrando que en la región existe un compromiso colectivo por ayudar a quienes más lo necesitan. Las interacciones sociales durante estas actividades son fundamentales para construir un entorno más solidario y comprensivo, factores clave en la recuperación de cualquier víctima.
A lo largo de la historia, los sistemas de atención a víctimas en México han enfrentado numerosas críticas por su opacidad y la falta de recursos adecuados. Sin embargo, iniciativas como la de la Ceave reflejan un avance en la forma en que se aborda la atención a víctimas, especialmente en comunidades que han vivido altos índices de violencia. Cada actividad es un paso hacia una atención más digna y humanitaria, lo que señala un cambio en la política pública que busca tener un enfoque más humano frente a los desafíos.
Finalmente, la importancia de estas iniciativas radica no solo en los obsequios y la diversión momentánea, sino en el impacto que generan en el desarrollo integral de los menores.
La recuperación tras una experiencia traumática es un proceso complejo que requiere de atención y herramientas adecuadas. Por lo tanto, la labor de la Ceave representa un intento valioso por ofrecer a los niños y sus familias un espacio donde puedan comenzar a sanar, formando un camino hacia adelante en medio de las adversidades.
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