Vamos por partes, recordemos que cuando el expresidente López asumió la presidencia de México, el salario mínimo era de $88.00 pesos, cumpliendo una de sus promesas de aumentar al doble el salario mínimo en términos reales. Por ello el aumento que anunció la presidenta Sheinbaum en días pasados implica un camino prometedor y que contribuye en gran medida a reducir la pobreza del país.
Según un reporte del CONEVAL 5.1 millones de mexicanos salieron de la pobreza en los últimos años, situando el porcentaje de población en pobreza en un 36%. Y la CONASAMI menciona que de esos 5.1 millones de mexicanos que salieron de la pobreza, un 4.1 millones se lo deben al aumento del salario mínimo.
Aunque la cifra es buena, el alza aplica únicamente para quien está contratado con una paga de un salario mínimo, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, en México hay aproximadamente 59 millones de trabajadores, de los cuales 26.5 millones (45%) están en el sector formal y 32.5 millones (55%) en el informal. Dentro del sector formal, 34% gana hasta un salario mínimo, por lo que el incremento del 12% beneficiará a unos 9 millones de empleados.
Cuando hablamos del gran logro que ha sido aumentar el salario mínimo en esas proporciones quizás nos gana el entusiasmo y olvidamos que la mayor parte de la población ocupada lo hace de manera informal, es decir, no tiene acceso a ningún tipo de prestación, ni salario mínimo, ni vacaciones, ni seguridad social.
Es importante recordar que el salario mínimo es la remuneración mínima que un empleador debe pagar a un trabajador por sus labores y debe ser suficiente para satisfacer sus necesidades básicas de vida. Es por ello que la presidenta menciona que se busca cubrir 2.5 la canasta básica.
Ahora, desde la perspectiva gubernamental, un incremento salarial conlleva una mayor recaudación de cuotas de seguridad social e impuestos, lo que beneficia la recaudación fiscal del año siguiente.
La mayoría de la población en el país tiene la idea equivocada de que al aumentar el salario sus ingresos netos serán mayores, pero no toman en cuenta que dicho aumento también afectará de manera proporcional el incremento a los impuestos que deberá pagar.
Es importante hacer un llamado a nuestros legisladores en ese sentido, porque al no cambiar o ajustarse las tablas de impuestos a esta base de ingreso, vamos a tener trabajadores que particularmente no se les retenían impuestos sobre la renta debido a que no alcanzaban el valor necesario para pagarlo, pero con este ajuste, si antes recibían $1,000 pesos de salario neto, ahora recibirán $990 por la retención de impuestos, entonces de nada va a servir que le hayan incrementado el salario, porque “a lo mejor” parte del incremento de salario ahora se lo estoy quitando a través de impuestos”.
Esto es porque si ganas más de $10,000 pesos por mes, tienes que darte de alta en hacienda y declarar impuestos. Y según la tabla del ISR de 2024, el impacto no es con los que ganan un salario mínimo, sino con todos aquellos que reciben su sueldo de nomina basados en salarios mínimos. Es decir, si usted actualmente gana dos salarios mínimos, dicho salario supera el tope máximo establecido en las tablas mencionadas, incrementando la tasa impositiva sobre su ingreso bruto.
De igual manera afectará a los trabajadores que están dados de alta en el Seguro Social, ya que al incrementar el salario también aumenta el salario base de cotización, provocando que automáticamente la retención en las partes que le tocan al trabajador se incremente también.
Este es un llamado al gobierno, porque para que los trabajadores vean realmente un beneficio en su bolsillo, será cuando el gobierno pueda contener los precios en el mercado de los productos que necesitamos, sobre todo de la canasta básica y trabaje con las tablas de impuestos sobre los sueldos.
Cuando el gobierno pueda “garantizar” que los precios de la tortilla o la gasolina no aumenten y cuando los impuestos que se pagan sean menores a los actuales, entonces realmente vamos a ver un beneficio en la economía del país, mientras no logre controlar eso, en realidad los efectos que podamos ver de beneficio hacia los trabajadores serán nulos.
Y otros dos datos a considerar es, el efecto inflacionario que produce incrementar los precios, pero créame querido lector, esto es “peccata minuta” si en este país se sigue permitiendo que los precios agrícolas los siga fijando el crimen organizado y el cambio climático siga afectando nuestros campos. Yo soy César Calandrelly y nos leemos la siguiente semana en un tú a tú.
César Calandrelly
Comunicólogo / Analista Político