Su cadáver fue recuperado junto al de su padre, Yosef AlZayadni. Ambos fueron capturados cuando insurgentes encabezados por Hamás asaltaron el sur de Israel hace 15 meses. El padre fue identificado rápidamente, pero el cuerpo del hijo fue sometido a pruebas de verificación.

En las últimas semanas, Israel y Hamás parecen haber acercado posiciones para alcanzar un acuerdo para un alto al fuego y la liberación de rehenes. Los palestinos y los familiares de los rehenes que murieron durante su cautiverio han estado implorando una tregua al gobierno israelí y a los líderes mundiales.

El Ministerio de Salud de Gaza dijo el jueves que la guerra entre Israel y Hamás se ha cobrado la vida de 46.006 palestinos y que otros 109.378 han resultado heridos. Las autoridades sanitarias gazatíes, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes, afirman que más de la mitad de las víctimas eran mujeres y menores.

El ejército israelí dice que ha matado a más de 17,000 militantes, pero no ha respaldado la afirmación con pruebas. Culpa a Hamás de la muerte de civiles porque dice que sus combatientes operan en áreas residenciales. La campaña aérea y terrestre de Israel han obligado a cientos de miles de palestinos a refugiarse en extensos campamentos de tiendas a lo largo de la costa, donde hay un acceso limitado a alimentos y otros elementos esenciales.

La guerra comenzó cuando los insurgentes encabezados por Hamás irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 y mataron alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a unas 250 más como rehenes. Se cree que un tercio de los 100 que siguen retenidos en Gaza habrían fallecido.