Durante una semana de inspecciones, el Gobierno de Chihuahua clausuró 16 establecimientos por incumplir la normativa en la venta de bebidas alcohólicas.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – La Secretaría General de Gobierno del estado de Chihuahua, a través de la Subsecretaría de Gobernación, realizó un total de 265 inspecciones a establecimientos que se dedican a la venta y comercialización de bebidas alcohólicas durante la semana del 6 al 12 de enero de 2025. Estas revisiones, sistemáticas y enmarcadas dentro de la política de regulación del consumo de alcohol, tienen como objetivo garantizar el cumplimiento de la ley entre los comerciantes del estado. Las diversas clausuras generadas a partir de estas inspecciones evidencian tanto el compromiso del gobierno local con la legalidad como la persistencia de irregularidades en el sector.
El resultado de estas inspecciones fue la clausura de 16 establecimientos: cinco en la capital del estado, Chihuahua; una en Janos; y diez en Ciudad Juárez. Esta cifra no solo resalta la magnitud de la supervisión que se lleva a cabo, sino también la diversidad de los tipos de negocios que fueron objeto de las sanciones, que abordan desde licorerías hasta restaurantes y bares. Las clausuras se impusieron principalmente por la violación de Normatividades específicas, que incluyen la falta de atención a actas previas, violaciones de giro y problemas relacionados con la documentación de las bebidas alcohólicas comercializadas, como la falta de marbetes y permisos actualizados.
Entre los establecimientos clausurados en Chihuahua, destacan nombres como la licorería en la tienda de autoservicio “El Lince” y el restaurante bar “Bar Impacto”, ambos sancionados por actas no atendidas. La repetición de estas violaciones sugiere una falta de atención por parte de los administradores o dueños de estos negocios hacia las normativas establecidas, lo que podría interpretarse como un desdén por el marco regulatorio que busca limitar el consumo irresponsable de bebidas alcohólicas, especialmente en un contexto donde la seguridad y el bienestar social son prioridades para la administración pública.
En Ciudad Juárez, un foco importante del comercio y del consumo de alcohol en el estado, la situación es aún más compleja. Los establecimientos clausurados abarcan una variedad de formato, desde tiendas de abarrotes como “El Pajarillo” y “Six Mil Batallas” hasta centros nocturnos como “Evolution”. Las violaciones de giro, que permiten determinar si un establecimiento opera conforme a los permisos otorgados, revelan una preocupación significativa sobre la regulación en la zona. Esto se vuelve crucial en una ciudad que ha experimentado desafíos relacionados con la seguridad y el orden público, donde el consumo excesivo de alcohol puede estar ligado a comportamientos de riesgo.
El gobierno del estado ha instado a los propietarios de establecimientos que distribuyen bebidas alcohólicas a cumplir con las normativas vigentes para evitar sanciones. Este llamado enfatiza la importancia de la autocontención y la responsabilidad por parte de los comerciantes, quienes no solo enfrentan repercusiones legales, sino que también comprometen la imagen y la operación de sus negocios. La falta de cumplimiento puede, a largo plazo, generar consecuencias más severas en una economía que depende en gran medida del turismo y la vida nocturna, especialmente en áreas como Ciudad Juárez, donde el entretenimiento nocturno es una parte vital del tejido social y económico.
Además, la comunidad debe ser parte de este proceso de regulación y concientización, dado que la cultura del consumo de alcohol está profundamente arraigada en diversas tradiciones locales. En muchos casos, la socialización y el esparcimiento se vinculan con la venta de bebidas alcohólicas, lo que añade una capa de complejidad a la labor de regulación. La relación entre la cultura local y la normativa gubernamental no solo se trata de aplicar leyes, sino de fomentar un entendimiento sobre la responsabilidad social hacia un consumo más consciente y moderado.
La efectividad del programa de inspección dependerá de la capacidad del gobierno estatal para mantener un diálogo abierto y accesible con los comerciantes y la comunidad en general. La implementación de pláticas informativas, talleres y campañas de concientización puede resultar fundamental para fortalecer el cumplimiento de la normativa, garantizando un entorno más seguro y responsable tanto para los consumidores como para los propietarios de negocios. A medida que se avanza en la regulación de la venta de bebidas alcohólicas, el balance entre la prevención, el cumplimiento de la ley y la cultura local se convierte en un tema esencial que merece atención continua por parte de las autoridades chihuahuenses.
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