Ciudad Juárez, desde sus albores, ha sido una ciudad construida por manos venidas de todas partes. Su crecimiento económico, social y cultural está íntimamente ligado al espíritu migrante que ha cruzado su desierto, trayendo sueños, esperanzas y una inquebrantable voluntad de salir adelante. Desde las primeras olas migratorias en el siglo XX hasta las actuales, esta ciudad fronteriza ha sido un refugio y una oportunidad para quienes buscan un mejor porvenir. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a un desafío sin precedentes: la inminente toma de posesión de Donald Trump y sus amenazas de deportaciones masivas, y las oleadas de inmigrantes que apresuran su paso para cruzar a los Estados Unidos antes de que Trump tome posesión.

En los próximos días, Juárez se convertirá nuevamente en el epicentro de una crisis migratoria que pondrá a prueba nuestra capacidad de respuesta y nuestra humanidad. Miles de hombres, mujeres y niños llegarán con la esperanza de cruzar la frontera, pero muchos se verán obligados a permanecer en nuestra ciudad por semanas o meses. Este fenómeno traerá consigo retos evidentes: la saturación de refugios, la demanda de servicios básicos, y el riesgo de un aumento en los índices de violencia y delitos menores.

Ante esta situación, la respuesta de nuestra ciudad debe ser integral, equitativa y solidaria. No podemos ignorar la realidad de los migrantes, pero tampoco podemos descuidar la seguridad y bienestar de nuestros ciudadanos. Por ello, proponemos una serie de medidas concretas para enfrentar esta crisis:

1. Censo migratorio y registro de personas Es fundamental crear un sistema de censo que permita identificar, registrar y geolocalizar a los migrantes que llegan a la ciudad. Un registro formal permitirá conocer el perfil de quienes llegan: su origen, situación familiar, necesidades específicas y habilidades laborales.
2. Creación de espacios de acogida dignos Los albergues actuales no son suficientes para albergar a los miles de personas que se esperan. Se requiere habilitar nuevos espacios temporales en colaboración con organizaciones civiles, religiosas y gubernamentales y deben ofrecer condiciones básicas dignas: agua potable, alimentos, atención médica y apoyo psicológico.
3. Integración laboral temporal La industria maquiladora, eje económico de la región, podría desempeñar un papel crucial al ofrecer oportunidades laborales bajo esquemas que beneficien tanto a las empresas como a los migrantes. Esto también reduciría el riesgo de que los migrantes caigan en redes delictivas.
4. Coordinación interinstitucional La colaboración entre los tres niveles de gobierno es esencial. Se deben establecer mesas de trabajo permanentes que incluyan a la sociedad civil, el sector privado y las agencias internacionales, como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La respuesta debe ser integral y coordinada, evitando la duplicidad de esfuerzos y maximizando los recursos disponibles.
5. Campañas de sensibilización ciudadana La llegada de migrantes puede generar tensiones sociales. Es crucial implementar campañas que promuevan la empatía y el entendimiento entre la población local y los migrantes.
6. Fortalecimiento de la seguridad pública. Esto incluye mayor presencia policiaca en zonas clave, capacitación en derechos humanos para los cuerpos de seguridad y la creación de un grupo especial para atender situaciones relacionadas con la crisis migratoria.

La crisis migratoria que se avecina no es solo un desafío, sino también una oportunidad para que Ciudad Juárez reafirme su esencia solidaria y resiliente. La historia nos ha demostrado que, en los momentos de mayor adversidad, los juarenses somos capaces de unirnos y encontrar soluciones creativas y humanas. Ahora más que nunca, debemos trabajar juntos para construir una ciudad que acoja con dignidad a quienes buscan una nueva oportunidad, sin descuidar el bienestar de quienes ya llamamos a Juárez nuestro hogar.

La llegada de migrantes es un recordatorio de que todos, en algún momento, hemos buscado un lugar donde crecer y prosperar. Hoy, Ciudad Juárez tiene la oportunidad de ser ese lugar, no solo para los migrantes, sino también para sus propios habitantes. Yo soy César Calandrelly, nos leemos la próxima en un tú a tú.

César Calandrelly

Comunicólogo / Analista Político