La evolución del quehacer político en México ha revolucionado al mil por hora, en los últimos 40 años cuando menos.
Hagamos un rápido recuento.
Hace 50 años, en México, el gobierno hegemónico era impuesto por el partido hegemónico, o sea el PRI.
La democracia, era como hoy, una elegante prostituta llevada y traída por los hombres del poder, como una sonriente y bien maquillada acompañante. Y aunque existían partidos de oposición como el legendario, Acción Nacional; Partido Comunista Mexicano; Partido Popular Socialista; y otros satélites del PRI, no existía una oposición verdaderamente significante.
El PRI ganaba las elecciones arrolladoramente, no por nada se le llamaba… ¡LA APLANADORA!
Ya en los estertores de los 80, con el arribo de Carlos Salinas de Gortari a la presidencia, se dio un leve giro al establishment político del momento. Se inventaban las concertacesiones.
La primera “negociación” del PRIANISMO, fue la gubernatura a favor del panista Ernesto Ruffo Appel, en Baja California.
La gente comenzaba a estar incómoda con el gobierno priista, pues el primer atraco sensible al país, se generó bajo el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari.
Con la mezcla de tecnócratas salinistas y neoliberales, giró a más velocidad el quehacer político. Era el momento de crear una nueva estirpe del poder. La oligarquía Mexicana.
Los neoliberales habrían de enriquecerse con suma rapidez para desde la cima del poder económico, seguir gobernando, pero sobre todo, seguir succionando la riqueza de la nación.
Hubo un intento por equilibrar el poder en México, y cercenaron la posibilidad con la muerte de Luis Donaldo Colosio.
Enseguida el empoderamiento de los grupos criminales. El inicio del narcopoder.
Metamorfosis que cobró fortaleza en los sexenios panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Luego la historia reciente que todos conocemos, el arribo de Enrique Peña nieto y sus ladrones.
En el ínterin de 30 años, la irritación popular llegó a su límite. Y aunque tardío, el chicotazo llegó con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2018.
La habilidad de El Peje para dar lectura política a los acontecimientos de la nación, es innegable.
Acercarse a las necesidades más sensibles del pueblo, fue un acierto calculado.
Y los golpes contra la corrupción; los programas de ayuda popular; el anuncio de la muerte del neoliberalismo en México; la implementación de la revocación del mandato, y otras novedades para la construcción de lo que él llama, LA CUARTA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO, evolucionó el quehacer político a otra dimensión, en sólo 100 días de gobierno.
Según la ciencia de la prospectiva, para alcanzar a Andrés Manuel López Obrador, y poder descarrilar el convoy de la “cuarta transformación”, sus oponentes deberán primero reconocer el giro que ha convulsionado al equipo conservador.
Luego, tendrán que inventar algo más poderoso para acercarse a la masa, y no es con discursos trasnochados cómo van a lograrlo.
No es gratuito, el mote que les impuso el presidente López Obrador a los que intentan hacerle sombra con propuestas verdaderamente infantiles.
TERNURITAS
Para el politólogo experto en geopolítica, Alfredo Jalife- Rahme, Javier Corral arma un equipo de Lossers (sic).
Con el cual pretende hacerle contrapeso a la avalancha popular que arrastra López Obrador.
“La situación es muy clara, el gobernador Javier Corral, quiere buscar su candidatura para 2024 y para eso tiene como asesor de cabecera a Jorge Castañeda, pero Castañeda es un Losser, nato… hizo perder a Ríos Piter, llevó a perder a Ricardo Anaya y así va Javier Corral”, enfatizó Jalife.
¿Quiénes son los Ternuritas?
Javier Corral y Vicente Fox encabezan el grupo anti AMLO.
A cuál más de delirantes.
Y entre los suicidas políticos: el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, los empresarios Gustavo de Hoyos y José Luis ‘Chacho’ Barraza; los escritores Juan Villoro, Héctor Aguilar Camín y Jorge G. Castañeda, y políticos como Salomón Chertorivski, Martha Tagle, Cecilia Soto, Agustín Basave, Luis Colosio Riojas y Emilio Álvarez Icaza” (Sin Embargo; 23-02-19).
Perdedores desde hoy.
El propio Andrés Manuel les proporciona la receta para que se suban al ring: ¡capaciten nuevos cuadros políticos!
Pero eso no existe en el manual de la soberbia y el protagonismo de Javier Corral Jurado.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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