Cuando la Primera Guerra Urbana se dio en la frontera norte de México (2008 a 2011), comencé a estudiar sobre los conflictos bélicos, y la evolución de las tácticas y estrategias para la guerra.
A lo que ocurrió entonces en Ciudad Juárez, le llamé en su tiempo, la guerra chilaquil, pues tenía componentes diversos como los ingredientes que llevan los chilaquiles. O el mole, o la capirotada.
En Ciudad Juárez, el conflicto bélico que sufrimos tenía variables como las que más adelante expondré.
Pero retornemos al tema.
Las Guerras asimétricas no son recientes, desde 1800 y 1849 hay estudios harvarianos al respecto, aunque todavía no se les llamaba así.
Así que… ¿El concepto de guerras asimétricas? ¿De dónde viene?
La guerra asimétrica es un conflicto violento en el que se constata una abismal diferencia cuantitativa y cualitativa entre los recursos militares, políticos y mediáticos de los contendientes comprometidos, y que por lo tanto obliga a los bandos a utilizar tácticas atípicas, que rebasan el marco de la tradición militar recurrente.
Aquí algunas variables:
La resistencia, la guerra de guerrillas, la contrainsurgencia, desobediencia civil, terrorismo de estado, y todo tipo de terrorismo; y la guerra sucia.
En la guerra asimétrica no existe un frente determinado, ni acciones militares convencionales.
Por el contrario, se basa en combinación de acciones políticas y militares, implicación de la población civil y otras operaciones similares.
El concepto fue acuñado por William Lind en 1986 junto con un grupo de oficiales del Cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU, dentro de lo que dio en llamarse la “Revolución en la Cuestión Militar”. A pesar de ser reflejado y explorado en innumerables publicaciones dentro y fuera del ámbito militar, no ha terminado de plasmarse en la forma de conducir la guerra por parte de los propios norteamericanos, y muchos autores le han dedicado tiempo y estudio.
Entre 1950 y 1998 se descubre con más frecuencia el uso de los cuadros pequeños para la guerra.
Dicen los autores, que por diversas razones el resultado de los conflictos asimétricos actuales tiene más posibilidades de decidirse en función de las estrategias políticas y militares de los bandos que de la pura fuerza militar.
Es decir un ejército moderno y de gran tamaño ya no basta para garantizar que un país pueda alcanzar sus objetivos estratégicos.
Un factor importante que explica esta diferencia es que el bando más débil tiene cada vez más capacidad de infligir daño al adversario con un coste menor.
Los cárteles del momento, “trabajan” así, con operativos sorpresa; comandos armados con despliegues de gran velocidad y precisión.
Podemos decir, el uso de artefactos explosivos caseros conocidos por sus siglas en inglés IED (artefactos explosivos improvisados), han causado más daño que los misiles de precisión. Y a un costo infinitamente más barato.
Y viene a cuento porque, en el reacomodo de las fuerzas oscuras que “trabajan” en la frontera, todo parece indicar que tendremos otra ola de sangre sobre nosotros.
El problema es:
¿Qué tanto han aprendido nuestras fuerzas policíacas sobre el tema de la guerra contra el narco y otras fuerzas oscuras en la frontera?
O será que eso es lo de menos pues “ya arreglados, ¡qué chingados!”.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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