Ciudad Juárez, Chih. – Enfundarse en la botarga de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ) y ser integrante de la banda de guerra representativa de la institución, ayudó a Sergio Ignacio Valenzuela Chávez para conseguir becas con las que pudo costearse su Ingeniería en Mecatrónica, y tras graduarse viajar a Estados Unidos donde ya lo esperaba una empresa para contratarlo.
Cuenta el profesionista que estudiar implicó un verdadero esfuerzo que al paso de los años se convirtió en recompensa: tan sólo para trasladarse al plantel de ‘La Casa de los Toros Bravos’ caminaba diario unos 40 minutos de ida y regreso, ya que no tenía automóvil y lo que gastaría en ruteras prefería guardarlo para comprarse algo de comer.
De esta casa estudios salió en el 2018, y ahora labora en la empresa Tri County Electrical Contractors, ubicada en Perry Missouri, la cual presta servicios de instalaciones eléctricas a compañías constructoras.
Antes de obtener la oportunidad de trabajo en el vecino país, desde que era estudiante de la UTCJ laboró aquí en Juárez en diversas maquiladoras, como técnico y después de ingeniero, en las que aprovechó para realizar sus estadías o prácticas profesionales.
Para laborar en el vecino país tramitó una visa de trabajo y tras obtenerla tomó un vuelo y aterrizó en el aeropuerto de Columbia, en el condado de Boone, donde ya lo esperaba el gerente de la empresa para ayudarle a instalarse en el lugar donde permanecería durante su estancia laboral en Perry.
Al siguiente día empezó a trabajar en esa compañía que da soporte a los estados colindantes, no sólo a Missouri, por lo que Sergio tendría que viajar constantemente a distintas ciudades de al menos cinco entidades.
“En cada lugar al que llegamos a trabajar todo era muy diferente, había un equipo de trabajo con el que tenía que colaborar para colocar tubería, cableado, conexiones y demás. Mis tareas a realizar era supervisar que todo estuviera de acuerdo con los planos, y en dado caso que necesitaran ayuda yo les daba soporte, y a la vez verificaba que el servicio estuviera correcto”, explicó.
Luego de esta experiencia profesional, Valenzuela Chávez asegura que la universidad le cambió la vida, y lo que más le satisface es el poder ayudar ahora a su familia económicamente. El egresado comentó que el no desistir a sus metas lo ayudó en gran parte a lograr esa posición en lo referente a su profesión.
“No tenía otro objetivo más que el terminar la escuela, no tenía idea de dónde iba a ejercer o qué oportunidades tendría, así que sólo me dediqué a esforzarme día con día para tratar de cambiarle la vida a mí familia”, argumentó.
Entre las expectativas que Sergio tiene en mente se encuentra la instalación de una estética para su mamá, y para él una pizzería automatizada, en la que hubiera menos trabajadores y la mayor parte del trabajo fuera hecho por máquinas.
“Se trata de una idea muy loca o diferente, pero es como se me ocurriría el mezclar mi carrera con mis gustos. Yo sé que no es imposible, en realidad es cuestión de ajustar para finalmente obtener el producto; los clientes podrían llegar e insertar el dinero para seleccionar los ingredientes, y eso sería todo”, explicó.
Para Sergio lo que caracteriza a un egresado de la UTCJ es el hambre de éxito, mostrar que en verdad la universidad tiene nivel de alta calidad y competitividad que los puede colocar en cualquier parte del mundo, no únicamente a nivel local o estatal.
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