El presidente Enrique Peña Nieto elogió el lunes el avance en el Congreso de una polémica ley para modernizar el sistema educativo en un discurso con motivo de su primer informe de gobierno, en el cual llamó a enfrentar resistencias y aprobar otras reformas con las que espera transformar áreas cruciales para el país como la energía y el sistema fiscal.
“En los siguientes meses se estará decidiendo qué historia vamos a escribir en las siguientes décadas, es así de sencillo y así de trascendente”, dijo el mandatario, quien tiene frente a sí el reto de lograr convencer a distintos sectores del país, incluido el Congreso, para que avancen sus propuestas legislativas.
“Tenemos 120 días para que 2013 sea recordado como un año de grandes transformaciones, un año en que México se atrevió a despegar”, añadió.
Un día después de haber entregado al Congreso el texto de su primer informe de gobierno y a nueve meses de haber asumido el poder, el presidente pidió a las “minorías” respetar la democracia y las instituciones en una aparente referencia al activo rechazo que ha generado en algunos sectores sus proyectos en materia educativa y energética, los que de ser aprobados implicarían importantes cambios en esos sectores.
“Sabíamos de antemano que lograr la transformación sería complejo porque hay inercias y resistencias que vencer”, dijo Peña Nieto, quien dedicó buena parte de su discurso a celebrar la victoria que le significa el avance en la reforma educativa en el Legislativo pese a la oposición de los docentes, que habían logrado retrasar su discusión y votación por medio de protestas en la capital.
Luis Miguel Pérez, investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, dijo a The Associated Press que el avance de la ley del servicio profesional educativo representa un respiro para un presidente y su gobierno que ahora ve que no es tan sencillo sacar adelante sus reformas como pareció al principio de la administración.
El gobierno, dijo Pérez, “descubre que hay una mayor resistencia de lo que esperaba… y que hay unas fuerzas vivas mucho más activas de lo que podría parecer”.
Para el analista, la ley educativa aprobada “significa sí, un respiro”.
Desde la residencia presidencial de Los Pinos en la capital, Peña Nieto dijo que como mandatario “respetaré los derechos de todos pero también estoy decidido a usar todos los instrumentos del estado democrático para impulsar la transformación que reclama la gran mayoría de los mexicanos”, añadió desde la residencia presidencial de Los Pinos en la ciudad de México.
La Cámara de Diputados aprobó entre la noche del domingo y la madrugada del lunes la llamada Ley General del Servicio Profesional Docente que establece como obligatoria la evaluación a los profesores del país para que puedan ingresar, permanecer y ser promovidos en el sistema, lo que busca dejar atrás los criterios discrecionales que han prevalecido a la hora de nombrar algún maestro.
La discusión y aprobación de esa norma, que ahora deberá ser analizada por el Senado, había sido aplazada en la cámara baja debido a la oposición de miembros de la facción sindical denominada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que en las últimas semanas han desquiciado partes de la ciudad de México con marchas y bloqueos.
Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), confió que la norma también avance en el Senado.
Miembros de la Coordinadora dijeron el domingo, horas antes de la votación, que preparan una gran marcha nacional para el miércoles. Los maestros opuestos a la ley han dicho que se vulneran sus derechos laborales.
Una reforma constitucional en materia educativa ya había sido aprobada hace algunos meses, pero aún faltaba que avanzaran todas las leyes secundarias que materializarán los cambios en el sistema.
“En el México de hoy la democracia respeta las minorías, pero en todo momento las minorías deben respetar la democracia, a sus instituciones y las libertades”, dijo el presidente.
Además de las protestas por las normas educativas, grupos de izquierda realizaron el sábado una marcha para manifestar su rechazo a una reforma energética presentada recientemente por Peña Nieto y con la que busca abrir amplios espacios a la iniciativa privada en el sector petrolero, actualmente controlado exclusivamente por el Estado.
En los siguientes días también prevé la presentación de una reforma fiscal, que según algunos críticos podría considerar extender el impuesto al valor agregado a los alimentos y medicinas.
El presidente sostiene que con las reformas se generarán cientos de miles de empleos y se detonará el crecimiento económico, el cual se ha desacelerado en los últimos meses y llevó al gobierno a recortar sus previsiones de crecimiento de 3,1% a 1,8% para el cierre de 2013.
El mensaje presidencial coincidió con la divulgación de una encuesta del banco central entre 35 grupos de análisis y consultorías privados que también redujeron sus expectativas de crecimiento de 2,65% a 1,78% para el final del año.
En su discurso, Peña Nieto también destacó una caída en los homicidios del crimen organizado desde que asumió el poder, aunque en el pasado varios expertos han cuestionado los números. Dijo que su gobierno ha capturado a 65 de los 122 presuntos criminales más buscados en los últimos nueve meses, aunque esa lista nunca ha sido revelada.
Peña Nieto llegó a la presidencia en medio de amplias expectativas de transformación de un país que bajo el gobierno anterior estuvo marcado por la lucha contra el narcotráfico y la violencia que dejó miles de muertos.
Uno de sus primeros logros fue que los tres principales partidos políticos firmaran el Pacto por México, un acuerdo para impulsar el avance de las reformas en el Congreso.
A través de ese pacto, en pocos meses el Congreso aprobó reformas constitucionales en educación y telecomunicaciones.
Ahora falta aún que se concreten las leyes secundarias de cada una de esas reformas, además de que avancen las modificaciones en materia energética y fiscal.
Para Pérez, del Tec de Monterrey, lo que resta del 2013 podría marcar cómo será visto el gobierno de Peña Nieto hacia el final de su gobierno, el cual ha sido promovido como uno que buscar lograr una profunda transformación del país.
“Si estas reformas no salen adelante, si estas reformas no se completan con las leyes generales correspondientes lo más seguro es que tengamos un sexenio muy inercial, y curiosamente fue lo que él (Peña Nieto) más criticó, que no quería ser inercial”, dijo Pérez.
Peña Nieto destacó también en su discurso una caída en los homicidios del crimen organizado desde que asumió el poder, aunque en el pasado varios expertos han cuestionado los números. Dijo que su gobierno ha capturado a 65 de los 122 presuntos criminales más buscados en los últimos nueve meses, aunque esa lista nunca ha sido revelada.
AP
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