Cuando viene un cambio a nuestra vida donde tenemos que dejar algo y continuar hacia adelante pasamos por un duelo por una perdida, y este puede ser por muchos motivos: la muerte de un ser querido, un cambio de trabajo, de casa, de ciudad, un divorcio etc. Cuando un ser querido muere cambia nuestra manera de relacionarnos con aquel que partió: ya no lo vamos a ver físicamente y eso causa dolor.
¿Pero como podemos ayudar aquel que perdió un ser querido? El dolor que sentimos durante ese proceso lo tenemos que gastar y no guardar, los seres humanos le tenemos miedo al dolor, a nadie nos gusta sentir ese peso en el alma, pero tenemos que pasar por ese puente de dolor para sanar la herida de la perdida y recuperar la vida.
El dolor es parte de la vida, por eso no tenemos que evitarlo. Es muy importante abrazar y cuidar a la persona que este atravesando el duelo y preguntarle Cómo quiere que lo acompañemos, si necesita ser escuchado? si quiere compañía o prefiere un tiempo de soledad? Cada persona reaccionamos de diferentes maneras a las crisis que enfrentamos por eso es muy importante la comunicación.
Toda perdida tiene 4 etapas por las que hay que caminar. Los psicólogos dicen que estas etapas son:
1.-Shok
2.-Enojo
3.-Pena
4.-Reconciliación con el duelo
Estas cuatro etapas no son secuenciales ni cronológicas en el tiempo. Se puede pasar por las 4 en un día o experimentar una por unos días y otra en otros. Para que un duelo sea evaluado en un estándar normal tiene que haber pasado un año donde se pasa por todas las fechas significativas como día del Padre, día de la Madre, cumpleaños, navidad etc. Y allí se evalua si se quedo pegado en el duelo y necesita ayuda.
Los orientales dicen que cuando lloramos por una pérdida, al final lloramos por nosotros y no por los que se fueron. Yo lloro por mí, porque yo lo echo de menos, porque a mí me falta tocarlo, olerlo, escuchar su voz, porque quiero compartir con él o con ella tal o cual experiencia. Tenemos una promesa de parte de Dios que un día estaremos juntos en su presencia si tenemos una relación con Jesus, si lo aceptamos en nuestro corazón y creemos en el.
Para sanar un duelo no hay programas predeterminados ni formulas mágicas, para sanar tenemos que enfrentar el dolor, expresarlo ya sea llorando, hablando, recordando, viendo las fotografías, eliminando la ropa o quedándose con ella, acompañado, en soledad de la forma en que cada persona lo desee.
Cuando alguien muere, la relación cambia por que ya no está en el afuera ahora está dentro de nuestro corazón para siempre, y aunque riamos y seamos felices el recuerdo siempre está en nosotros, por que una persona no muere cuando parte de este mundo, muere cuando se le deja de recordar. Así que hacer un homenaje a esa persona que partió recordándola con una sonrisa y un corazón agradecido por el tiempo que juntos compartimos.
Bendiciones
Arlyn López
Exitosa conductora y productora de los segmentos “Una Vida Mejor" que se transmiten por Radio Net 1490 a.m. en la frontera Juárez / El Paso / Las Cruces.
Colaboradora del programa internacional de radio "Por el Placer de Vivir" del Dr. César Lozano.