Gran convulsión en Ciudad Juárez con motivo de la celebración del día internacional de la mujer.
Independientemente de unirse al llamado nacional del paro de las mujeres en todas las actividades de la vida cotidiana, particularmente las juarenses manifestaron su rencor en contra del gobierno y algunos personajes en particular; por vejaciones del pasado y señalamientos específicos contra el actual presidente municipal de Ciudad Juárez, Armando Cabada Alvídrez.
Contra el gobierno porque no ha resuelto los cientos de casos de violaciones, desapariciones, homicidios, mutilaciones y otros agravios sufridos por décadas.
Y en particular contra el alcalde Cabada, por la presunción de violaciones suyas y culpable de posibles desapariciones de jovencitas desde veinte años atrás.
Colectivos de mujeres activistas como las “Hijas de su Maquilera Madre”, entre otros, realizaron varias manifestaciones entre sábado y domingo.
El más significativo, a las afueras de canal 44, con severas consignas dirigidas particularmente a Armando Cabada.
“No somos una, ni somos diez. Pinche Cabada, ¡Cuéntanos bien!”
“Las mujeres no necesitamos sexo porque el gobierno todos los días nos la mete, sin besito y ¡Tómala¡” (Decía un manta sostenida por cuatro mujeres)
El fin de semana fue desquiciante. Perturbador.
Sobre todo en la ciudad de México.
La inmensa mayoría de las manifestantes, creo, ignoran realmente el fondo y origen del significado del paro propuesto para el lunes 9 de marzo. Pocas leen y se informan. Nunca supieron que el 8 de marzo de 1908, fueron quemadas vivas 129 mujeres por haberse atrevido a exigir igualdad de trato salarial con el hombre.
Fundamentalmente el hecho imperdonable y horroroso le dio origen a la conmemoración del día internacional de la mujer.
Pero hoy. Con el odio enceguecedor, llenas de furia, le dieron volumen a la intolerancia y al rencor. Más que encolerizadas, iracundas; algunas mujeres, arremetieron nuevamente contra monumentos públicos, incluyendo la puerta de Palacio Nacional.
Se juntaron en todo el país para desfogar todo su resentimiento.
Discutir si es válido o no, tomarse un día para despotricar, insultar, ofender, maldecir, desbarrar, destruir, vandalizar, es ocioso.
Para nosotros los analistas, es imperativo el ejercicio de observación para contrastar los puntos de vista diferentes.
Mientras las radicales basan su arenga en el repudio a un supuesto “patriarcado”, que no alcanzan a definir, pues acomodan figuras en su retórica, convenientemente, para armar una novedosa ideología y montarla contra los varones; otras, salen a gritar sólo para desahogar un poco sus presiones personales.
Y otras más, que no comparten con tales jaloneos, reprochan la actitud facistoide de las que gritan ¡Violencia no! ¡Violencia no!, Pero sus actos son violentos por el ángulo que se le vea. Y señalan que detrás del actual movimiento feminista hay un montaje de ingeniería social financiado.
Esto lo asegura la profesora, historiadora y escritora Pilar Baselga, y dice: «Con la frase “nos están matando”, se está criminalizando a la mitad de la población. Y esta frase manipuladora que pretende mostrar al sexo masculino como asesino en potencia, sirve de pretexto para sus propósitos de desestabilización social»
Y en realidad, asegura, se trata de una operación de ingeniería social para dividir a la sociedad al enfrentar a las mujeres contra los varones.
La escritora comenta: «Hacen invitaciones fatales, como… “Si te maltrata, mátalo”, es decir, que desde el gobierno y con dinero público se está incitando a las mujeres a matar a sus parejas, y esto es un delito muy grave.»
Contra lo que ocurre hoy, la especialista escribe:
«Este feminismo de última generación se ha convertido en una auténtica dictadura de género.»
El ensayo de Pilar Baselga, es bastante extenso como para retomarlo en este pequeño espacio.
En un análisis ulterior, comentaré sobre la lucha de mujeres ‘moderadas’, que realmente buscan protegerse de los múltiples tipos de violencia que se sufren en la convivencia ‘cuerpo a cuerpo’ con sus parejas, y necesitan ayuda para salir de ese infierno.
Por lo pronto me quedo con esta imagen…
¡No violencia! ¡No violencia! Y le prendieron fuego a la puerta del Palacio Nacional.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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