Hace casi 100 años, en su magnífico poema “Suave Patria”, Ramón López Velarde escribió: “El niño Dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo el diablo” y no se equivocaba.
Para México, la venta de petróleo ha representado históricamente un afluente importante de recursos públicos, por ejemplo, en 2008 llegó a aportar el 45% de los mismos, lo que implicó una derrama económica gigantesca que lamentablemente se perdió en las marañas de la ineficiencia, frivolidad y corrupción en los tiempos, oscuros, del gobierno de Calderón.
Para 2019, se reporta un ingreso al erario nacional del 18%, cifra que, a pesar de ser significativa, afortunadamente no implica una “petrolización” de la economía mexicana como antaño ya que las circunstancias actuales de una caída abrupta de los precios del crudo implican una fragilidad que puede poner a cualquier país en el filo de la navaja.
Esto es así porque desde principios de marzo de este año, los precios internacionales del petróleo cayeron, debido a que no se logró alcanzar un acuerdo en una reunión entre los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia.
El objetivo de tal reunión era disminuir la producción de petróleo y con ello hacer frente a una menor demanda del hidrocarburo ante los efectos del COVID-19. Sin embargo, el tercer mayor productor en 2019, Rusia, consideró que esta disminución en la producción iría en contra de sus intereses y favorecería a compañías petroleras estadounidenses, por lo que decidió incrementar su producción. Lo que ocasionó una reacción de Arabia Saudita, el segundo principal productor, incrementando su producción. Al aumentar la oferta de petróleo, por la, implacable, ley de la oferta y la demanda, el precio del hidrocarburo se ha desplomado.
Para el caso que nos ocupa los datos son sumamente ilustrativos, el 18 de marzo de 2020, el mero día de la expropiación petrolera, el precio del barril mexicano se ubicó en 14.54 dólares, la cotización más baja en 21 años, por ejemplo, el 18 de marzo de 2019 su precio fue de 60.34 dólares por barril, para 2008, no obstante que el precio más alto fue de 132.71 dólares el 14 de julio, el 18 de marzo de ese año se vendió en 90.54 dls/barril. Un 622% más alto que hoy día!
La situación es compleja, al momento de teclear esto el precio del crudo mexicano es de 16.06 dólares por barril y de acuerdo con datos oficiales, el costo promedio de producción de Pemex, que cubre básicamente la perforación, es de 14.2 dólares por barril, de acuerdo con datos de la empresa. El costo operativo promedio, que incluye la perforación, estaciones de bombeo, mantenimiento, gasto administrativo, transporte y el costo del personal, es de 16.40 dólares.
Sí, la situación es delicada, no debemos perder de vista que, aunque son datos promedios, el poeta jerezano en su poema escrito en 1921 tuvo mucha razón…
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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