El pasado 27 de marzo se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto mediante el cual se daba a conocer la emergencia sanitaria y posteriormente se publican las acciones extraordinarias para atender la emergencia sanitaria.
Entre otras medidas, se ordenó la suspensión inmediata, del 30 de marzo al 30 de abril de 2020, de las actividades no esenciales, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARS-CoV2 en la comunidad.
En algunos estados incluso se ampliaron las restricciones respecto al movimiento de personas en la calle y el tránsito de vehículos con el mismo fin.
Esto ha traído, al menos de manera temporal, un nuevo estilo de vida, nuevas rutinas, formas de trabajar y hasta de ver la vida.
Lecciones del Confinamiento
Hay seguramente en cada persona o familia distintas historias y experiencias aprendidas hasta ahora, me permito compartir las siguientes, algunas personales y también aprendidas por experiencias ajenas.
- Lo que conocíamos como prisas, era más una percepción personal para evitar la ansiedad y hasta culpa por no tener agenda llena.
- Confirmamos si el hogar es el mejor lugar para pasar tiempo, es el lugar donde todo lo que es de tu agrado estaría a la mano, por lo que habría muchas cosas que hacer para ti mismo.
- Todos podemos adaptarnos al trabajo desde casa (“Home Office”) y mantener la productividad.
- El uso de plataformas para reuniones laborales deberá mantenerse y aprovecharse.
- Todas las profesiones y oficios son relevantes, pero algunas son esenciales en todo momento.
- La salud es importante, pero mantener una economía que permita financiar y cubrir ese gasto, es también relevante.
- Los comportamientos de consumo, pueden equilibrarse hacia las pequeñas empresas locales.
- La Sana Distancia ha representado un mayor acercamiento, donde familias y amistades (sobre todo viviendo en diferentes ciudades), tienen mayor comunicación virtual que la que se tendría en condiciones normales.
También hay cosas que deberían de cambiar una vez superada la emergencia sanitaria:
Asignaciones Pendientes
- Confirmando lo que sabíamos ya, debe ser una exigencia social que, en la preparación de los presupuestos, federales, estatales y municipales, se destine un aumento histórico para el área de salud, seguridad y educación. No solo para equipamiento, muy especialmente para sueldos y prestaciones del personal operativo, médicos, enfermeros, policías, maestros (sin distinción de género evidentemente).
- Contar en los presupuestos gubernamentales con un mecanismo de reacción ante emergencias que esté plenamente definido desde la Ley, evidentemente no podría preverse montos o situaciones, pero si una metodología de gastos a recortar y el orden de aplicación por etapas incluyendo la posibilidad y nivel de endeudamiento.
- De la misma manera, mediante Ley, definir mecanismos de apoyo en este tipo de situaciones, considerando tipo de individuos y empresas también por etapas y con definición de las partidas que podrían ser afectadas o redistribuidas.
- En el proceso de reactivación económica, se deberá promover e incentivar el consumo, y reestructurar prioridades sobre aquellos negocios que puedan carecer de un valor agregado en funcionalidad y de efecto positivo económico y social (pudiera ser el caso de los casinos).
Como lo mencionamos, serán seguramente muchísimas más experiencias que ha representado esta contingencia, y será responsabilidad personal (aquí, nada tendrá que ver el Gobierno) la superación que se pueda lograr en este tiempo de confinamiento.
Carlos Monroy
Doctor en Materia Fiscal. Consultor en Comercio Exterior y Gerente de Consultoría en Palco Consorcio de Comercio Internacional.
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