El abrupto despido de Gustavo Macalpin durante la transmisión de Ciudadano 2.0 ha generado polémica y acusaciones de censura.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – El despido en vivo del conductor de televisión Gustavo Macalpin, ocurrido el pasado lunes 7 de octubre durante la transmisión de su programa Ciudadano 2.0, ha causado una oleada de críticas en redes sociales y medios de comunicación. Luis Arnoldo Cabada, director general de Canal 66 de Mexicali, televisora hermana de Canal 44 en Juárez, fue quien dio la noticia de forma inesperada, lo que ha sido interpretado como un acto de censura, especialmente tras rumores que relacionan el despido con comentarios críticos hacia Carlos Alberto Torres, esposo de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda.
El incidente se dio en plena transmisión en vivo cuando Cabada interrumpió a Macalpin para agradecerle sus seis años de trabajo en la compañía y notificarle que ese sería su último día como conductor. “Todo tiene un ciclo en la vida, y este es tu último día”, expresó Cabada, dejando perplejo a Macalpin, quien inicialmente pensó que se trataba de una broma.
El breve pero impactante video del momento fue rápidamente compartido en redes sociales, donde miles de usuarios expresaron su descontento por la manera en que se dio la noticia. Las críticas se centraron en la aparente falta de profesionalismo y respeto hacia el conductor, quien, a pesar de su sorpresa, logró mantener la calma y continuar con la transmisión. En su despedida, Macalpin comentó con ironía: “Ahí lo tienen, tía y tío, una manera bastante extraña de enterarme, pero estoy muy contento con la oportunidad que he tenido durante estos seis años y medio”.
Diversos sectores han señalado que el despido podría estar relacionado con recientes críticas vertidas por Macalpin sobre Carlos Alberto Torres, sugiriendo que el hecho podría ser un intento de silenciar opiniones incómodas para el gobierno de Baja California. Aunque hasta el momento no se ha confirmado oficialmente el motivo detrás de la decisión, las especulaciones han avivado el debate sobre la libertad de expresión en los medios de comunicación.
El tema ha trascendido a nivel nacional e internacional, y tanto medios como periodistas han compartido el caso, resaltando el inusual contexto en el que se dio el despido. La situación ha puesto nuevamente sobre la mesa la tensión que puede existir entre los intereses políticos y la labor periodística, particularmente en el ámbito local.
Por su parte, Luis Arnoldo Cabada no ha emitido más declaraciones sobre el incidente, aunque su decisión ha sido objeto de una amplia discusión, especialmente en plataformas como Twitter, donde el hashtag #Censura se ha posicionado entre los temas más comentados. El caso de Gustavo Macalpin se suma a otros ejemplos recientes de despidos de periodistas y comunicadores que han levantado sospechas de presiones políticas.
Este episodio ha recordado a muchos la complejidad de ejercer el periodismo en México, donde, a pesar de las protecciones legales para la libertad de expresión, los medios y sus colaboradores a menudo enfrentan situaciones de censura o presión que limitan su capacidad de ejercer su labor de manera plena. El desenlace de esta situación podría sentar un precedente sobre la relación entre los medios de comunicación independientes y el poder político en regiones como Baja California.
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