Estados Unidos (VOA) –El joven actor mexicano Diego Calva apenas tiene experiencia en el cine, pero ya ha conquistado Hollywood gracias a su participación en “Babylon”, una película que ha recibido muy buenas críticas por parte de los expertos del Séptimo Arte.

Muchos destacan su participación en el largometraje, un trabajo que lo puede acabar catapultando a la fama internacional y consagrarse como uno de los actores del momento. Ya ha recibido una nominación en la categoría de Mejor Actor de los Globos de Oro, que se entregarán el próximo 9 de enero en Los Ángeles, California, y podría recibir otra nominación en los Premios de la Academia del cine de Estados Unidos.

“Fue la mejor experiencia de mi vida”, dijo el actor en declaraciones a la Voz de América desde Miami, donde acudió a presentar el filme. Calva interpreta a Manny Torres “un joven y ambicioso actor nacido en Estados Unidos y de padres migrantes mexicanos” que sueña con hacerse un hueco en la meca del cine.

Un soñador que quiere hacerse un hueco en Hollywood

De alguna manera, confiesa sentirse reflejado en su propio personaje ya que él, también, ha estado mucho tiempo tratando de encontrar su hueco en la industria de Hollywood, dispuesto a hacer lo que sea.

“Manny es un soñador que está tratando de encontrar su camino para abrirse camino en el cine. Quiere trabajar en el cine y está dispuesto a hacer cualquier cosa relacionada con el cine. No le importa si tiene que limpiar o lo que sea”, explica consciente de que “ese tipo de papeles no salen todos los días”.

El actor nació en Ciudad de México pero lleva más de 10 años dedicados al cine y la televisión en Estados Unidos. Babylon, que protagoniza junto a Brad Pitt, le ha permitido agarrar notoriedad, ya que es la primera vez que realiza un papel tan destacado en un proyecto cinematográfico y eso, según él, le abre las puertas del cine global.

“Con esta película me he convertido en actor”

“Con esta película finalmente me convertí en actor. Lo que había hecho anteriormente ha sido mi universidad”, comenta, reconociendo que aún cada día al despertar “tengo que mirar al espejo, meditar y darme cuenta de lo que está pasando”.

La película está ambientada a finales de los años 20 del siglo pasado, cuando el cine estaba haciendo la transición del cine mudo al sonoro. Aunque Diego Calva interpreta a un personaje latinoamericano, admite que está satisfecho porque no hace el “típico papel de inmigrante, mafioso o delincuente” que durante tanto tiempo ha estado estereotipado en la gran pantalla.

“Realmente yo no tenía cara de ningún latinoamericano que fuera exitoso en esa época y me encantó ponerle cara a eso, y sobre todo que la película no se centrara en que el personaje fuera mexicano, sino que es una persona más que persigue sus sueños”, dice el actor.

Comparte cartel con Brad Pitt

Sobre el hecho de compartir escena con el reconocido actor Brad Pitt, ganador de dos premios Oscar (2013 y 2019), destacó que el actor “es una persona muy dedicada” a su oficio, que está “continuamente preparándose” para su papel pero que, al mismo tiempo, “confía mucho en su equipo”.

“Eso es verdaderamente una inspiración, porque si ves a alguien que está poniendo todo su tiempo, corazón y talento en un camino, te hace reflexionar para convertirte en alguien mejor cada día”, comenta.

A pesar de haberse destacado entre la crítica de Hollywood, Calva asegura que quiere disfrutar de este momento y no quiere pensar demasiado en los premios Oscar, a pesar de que su nombre cada vez suena con más fuerza entre las nominaciones. De hecho, los estudios de cine Paramount, que produjeron la película, ya han presentado la candidatura con su nombre para estar en la categoría de Mejor Actor.

Pese a eso, esa estatuilla estará muy reñida en esta edición de los Premios de la Academia, ya que nombres como Bill Nighy (Living), Hugh Jackman (The Son), Colin Farrell (The Banshees of Inisherin), Austin Butler (Elvis) o Brendan Fresar (The Whale) también resuenan como favoritos en esa misma categoría.

Seguirá ligado al cine en español

Con todo, asegura que, pase lo que pase, quiere seguir vinculado al cine latinoamericano para no perder sus raíces. “Me encantaría seguir trabajando con Julio Hernández Gordon en Argentina, con Lucrecia Martel (Argentina), Pablo Larraín (Chile)”, dice, aclarando que “la lista es muy larga” porque en América Latina también se “hacen muy buenas cosas y cada vez mejor”.