Ana Rosa Reyes, parte de la segunda generación de propietarios del restaurante El Tamarindo, en este vecindario de vida nocturna, muestra a la Voz de América el patio donde tendrá lugar “la rumba” con muchas margaritas, tacos, pupusas y otras especialidades de esta casa fundada hace 41 años por inmigrantes salvadoreños.
“El 5 de mayo es una celebración de la batalla de Puebla, pero aquí es un festivo americano para celebrar las margaritas y es un súper día para los restaurantes latinos y mexicanos”, dice la joven propietaria que explica que desde temprano de este viernes comienzan a atender las reservaciones, el establecimiento se decora con papel picado para darle colorido.
Con previsiones meteorológicas que pronostican una noche despejada con temperaturas primaverales óptimas, la jornada está garantizada. A pocas cuadras de El Tamarindo, otro restaurantero de origen salvadoreño, Luis Reyes, propietario del Lauriol Plaza, comenta a la VOA que este viernes “será una locura” para referirse al ajetreo que le espera a meseros, cocineros, y todo el personal del restaurante que no ha estimado cuántos comensales circularán por las tres plantas del recinto y sus patios esa noche.
“Es muchísima gente”, dice Reyes, quien como la mayoría de establecimientos en el área metropolitana de Washington hacen acopio para tener suficientes reservas, a la vez que publicitan en sus redes sociales los paquetes para atraer a la clientela dispuesta a la juerga nocturna.
Policía alerta
La movilización de locales y turistas por las calles de la capital estadounidense en vecindarios con mayor vida nocturna también pone a la Policía Metropolitana de Washington en alerta y las recomendaciones de la institución encargada de la seguridad pública no se hacen esperar.
El teniente Rodríguez, de la Unidad de Enlace Latino, le dijo a laVOA que la principal recomendación para todas las personas que disfrutan del festivo en calles y restaurantes “es estar alertas”, y que si van a festejar con bebidas alcohólicas, traten de ir acompañados, y que la vuelta a casa procuren hacerlo por medios seguros.
“Son recomendaciones que damos siempre, porque este tipo de actividades también atraen a delincuentes que buscan a personas que vayan tomadas para atracarles al salir de las zonas de fiestas”, comenta el teniente que dice que la policía refuerza esa noche la presencia para garantizar que la festividad transcurra sin incidentes.
El lado cultural de una fiesta
Desde la Oficina de la Alcaldesa de Washington para Asuntos Latinos (MOLA) y otras dependencias de la alcaldía de la capital estadounidense se proponen dar un sentido cultural a la celebración, con significados del festivo que tiene mayor apogeo en Estados Unidos que en México.
La alcaldía ha dispuesto una celebración desde las 5:00 p.m. con un variado menú que ofrece presentación de mariachis, danzas folclóricas y música en vivo.
“Únase a la oficina de la alcaldesa, venga y celebre con nosotros el Cinco de mayo con presentaciones artísticas”, reza la invitación del gobierno de la ciudad.
Alejandro Góngora, director creativo del ballet Corazón Folklórico le dijo a la VOA que están emocionados de participar en este y otras actividades de la jornada de celebración con la compañía que dirige en la que ofrecerán bailes folclóricos de Veracruz y Jalisco.
Después de la fiesta de la ciudad les espera otra jornada de festejo ya nocturno en Habanero donde también habrá música en vivo y bailes en esta fiesta de color mexicano en EEUU.
“Llevo como 17 años celebrando la fiesta del Cinco de mayo y me siento muy orgulloso de mostrar nuestra cultura”, comenta Góngora.
¿De dónde viene la celebración?
La fecha conmemora la victoria de México sobre las tropas francesas en la conocida Batalla de Puebla, ocurrida el 5 de mayo de 1862, en un conflicto entre la potencia europea y la joven república latinomericana que comenzó en 1861.
Esa guerra tenía motivaciones económicas porque el presidente mexicano, Benito Juárez, había suspendido el pago de la deuda externa del país con Francia, y el emperador Napoleón III ordenó la invasión.
La batalla no fue decidida y tampoco ofreció una victoria contundente a México, pero logró reconocimiento por el tamaño de la potencia mundial a la que plantaban cara.
El académico estadounidense Jeffrey M. Pilcher, profesor de historia en la Universidad de Toronto, y autor de varios títulos entre estos “Qué vivan los tamales” explica que la conmemoración fue relegada en México a “fiesta menor”, en comparación con las fiestas nacionales como la Independencia o el Día de los Muertos.
Sin embargo el festivo encontró espacio entre los mexicanos que para entonces ya vivían en Estados Unidos, quienes comenzaron a celebrar la fecha desde el año siguiente de la victoria contra los franceses, en California.
“La festividad se volvió mucho más significativa en los Estados Unidos. Al principio, fue celebrado principalmente por exiliados (…) La celebración ganó el reconocimiento general en la década de 1980. Esta fue una década de crisis económica en México, que trajo un gran número de inmigrantes a través de la frontera”, apunta el historiador en un artículo publicado sobre este festivo.
Agrega que en EEUU, las corporaciones afianzaron la fecha como una oportunidad de mercado y apuntar a los consumidores étnicos con marcas de bebidas alcohólicas. “Muchos se quejaron de que un feriado nacional se había reducido a una excusa para beber en exceso, pero al igual que el Día de San Patricio, también reconoció la aceptación de los mexicanos-americanos dentro del llamado ‘crisol’, de Estados Unidos”, puntualiza Pilcher.
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