En el siglo XVI de nuestra era, se encuentran dos culturas en esta región: Los indígenas y los españoles que pisan estas tierras en 1536 con Alvaro Nuñez Cabeza de Vaca al frente, los cuales se dirigen hacia la región norte de la Nueva España en busca de riquezas, dejando atrás nuestra zona.
No es sino hasta el 8 de Diciembre de 1659 que un fraile Franciscano de nombre Fray García de San Francisco solicita a la corona española la autorización para establecer una misión que sirviera para evangelizar a indios a los que llama mansos, llamando a esta: Misión de Guadalupe de los Mansos del Paso del Río del Norte, sin imaginar que en el futuro, el río que serviría de sustento a toda esta región, sería la línea divisoria entre dos naciones.
Durante la época colonial la vida transcurre cimentando su desarrollo en la agricultura, siendo principalmente el maíz, calabaza, chile y otras hortalizas el sustento de la vida cotidiana.
El camino real de tierra adentro, permite el flujo de las caravanas que vienen desde el centro del país con herramientas, textiles, armas y alimentos llegan hasta Santa Fé, Nuevo México, de donde traen pieles, minerales y esclavos.
En el siglo XVII se vive una etapa de incertidumbre por los cambios sociales derivados de la lucha de independencia iniciada por el cura Hidalgo, propociando el abandono y descuido de territorios del Norte de la Nueva Nación, culminando con el arrebato de los territorios de todo el norte de América y la anexión de Texas a ellos, con lo que se convierte en frontera nuestra aún Villa Paso del Norte.
En 1865 llega a esta comunidad el Presidente Benito Pablo Juárez García, perseguido por aquellos conservadores traidores a la patria, que instauran una monarquía con Maximilano de Habsburgo al frente, el cual finalmente es destronado por las fuerzas liberales, fieles al Benemérito de las Américas y quien restablece el orden de La Nueva República.
1911 llega a esta frontera con el episodio de la toma de Juárez por parte de Francisco I. Madero, Francisco Villa, Pascual Orozco y 2000 revolucionarios.
La frontera se desarrolla lentamente durante las décadas de los 20’s hasta los 60’s presentándose un desarrollo económico sin precedente con la llegada de la industria maquiladora, motor que desarrolla el crecimiento poblacional y turístico que mantiene hasta nuestros días la estructura social y comercial de nuestra Ciudad Juárez, que se caracteriza por la calidez y hospidalidad de su gente.
(Texto Originalmente publicado en DisfrutaJuarez.com)
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