Por ahora hay al menos dos certezas sobre el futuro liderazgo del BID: tras la destitución del estadounidense Mauricio Claver-Carone, las riendas podrían volver a un latinoamericano o pasar a un caribeño, y si triunfa la candidata argentina, sería la primera mujer que se ponga al frente de la institución en sus poco más de seis décadas de existencia.
Los cinco aspirantes son la argentina Cecilia Todesca Bocco, el brasileño Ilan Goldfajn, el chileno Nicolás Eyzaguirre, el mexicano Gerardo Esquivel y Gerard Johnson, de Trinidad y Tobago.
Cada uno presentará su visión del organismo y su propuesta de liderazgo ante los gobernadores del BID en una reunión virtual el domingo. La votación formal del nuevo presidente tendrá lugar el 20 de noviembre en un encuentro híbrido de la Asamblea de Gobernadores.
El nuevo líder será elegido a menos de dos meses de que los directores ejecutivos del organismo aprobaron la destitución de Claver, un exfuncionario del gobierno del expresidente Donald Trump y el primer estadounidense que dirigió el BID desde su creación en 1959.
Claver fue despedido después de que una investigación determinó que transgredió las normativas de ética al favorecer a una colaboradora de alto rango con la que sostenía una relación amorosa.
La hondureña Reina Irene Mejía Chacón, quien se desempeñaba como vicepresidenta, asumió la presidencia interina el 26 de septiembre.
El nuevo presidente asumirá el cargo en un momento en que el banco, con sede en Washington, quedó remecido por lo sucedido con Claver y la regiónenfrenta perspectivas económicas poco alentadoras debido al impacto de la desaceleración mundial, al endurecimiento del acceso al crédito y a la inflación, que podrían provocar mayor pobreza y tensiones sociales, según han advertido el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
“Pocas veces ha habido una ocasión en la que el BID tiene mayor importancia”, expresó en una entrevista telefónica con The Associated Press Jorge Heine, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Boston.
“Es fundamental que retome su tarea de fomentar el desarrollo de América Latina y no se transforme en una herramienta de política exterior de Estados Unidos”, agregó destacando la importancia de que su próximo líder sea latinoamericano.
El proceso de elección
Para ser elegido, un candidato debe obtener la mayoría del poder de voto de los países miembro. El poder de voto varía según la cantidad de acciones que posee cada nación. El ganador tiene que conseguir también el respaldo de al menos 15 de los 28 países.
El mayor inversionista es Estados Unidos, que con el 30 % del total de los fondos tiene un papel clave en la elección del presidente. Le siguen Argentina y Brasil, con el 11,3 % cada uno. México representa casi el 7,3 %, Japón tiene el 5 %, Canadá el 4 %, Venezuela el 3,4 % y Chile y Colombia el 3,1 %. El resto se divide en pequeños porcentajes de varias naciones.
Pocas horas antes del final del plazo, Argentina nominó a Todesca, una economista que estudió en la Universidad de Columbia y se desempeña como secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería. También fungió como subdirectora de gabinete y en el sector privado, en la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor’s .
[Con información de AP]
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