La violencia sexual, los pensamientos suicidas, el comportamiento suicida y otros problemas de salud mental afectaron a muchos adolescentes independientemente de su raza u origen étnico, pero fue aún más intenso en las niñas y los jóvenes de la comunidad LGBTQ en la mayoría de los ámbitos, dijeron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Más de 17.000 estudiantes de secundaria del país fueron encuestados durante sus clases en el otoño de 2021.
En 30 años de recopilación de datos similares, “nunca habíamos visto este tipo de hallazgos devastadores y constantes”, afirmó Kathleen Ethier, directora de la división de salud de adolescentes y escolar de los CDC. “No hay duda de que los jóvenes nos están diciendo que están en crisis. Los datos realmente nos piden actuar”.
El estudio encontró que:
- Entre las niñas, el 30 % expresó haber considerado seriamente la posibilidad de suicidarse, el doble que entre los varones y casi el 60 % más que hace una década.
- Casi el 20 % de las niñas declararon haber sufrido una violación u otro tipo de violencia sexual en el año anterior, lo que también refleja un aumento con respecto a años anteriores.
- Casi la mitad de los estudiantes de la comunidad LGBTQ dijo que había considerado seriamente suicidarse.
- Más de una cuarta parte de los indígenas estadounidenses y de los nativos de Alaska señalaron que habían considerado seriamente la posibilidad de suicidarse, más que otras razas y grupos étnicos.
- Los sentimientos de tristeza y desesperanza persistentes afectaron a más de una tercera parte de los adolescentes de todas las razas y grupos étnicos, y aumentaron con respecto a años anteriores.
La mitad de los jóvenes de la comunidad LGBTQ y casi un tercera parte de los jóvenes indígenas estadounidenses y de los nativos de Alaska declararon tener mala salud mental.
Los resultados son similares a los encontrados por encuestas y reportes anteriores, y muchas de las tendencias empezaron antes de la pandemia de coronavirus, pero el aislamiento, las clases a distancia y el mayor uso de las redes sociales durante la pandemia empeoraron las cosas para muchos jóvenes, señalaron expertos en salud mental.
Los resultados “reflejan muchas décadas de abandono de la salud mental, sobre todo en el caso de los niños”, señaló Mitch Prinstein, director científico de la Asociación Estadounidense de Psicología.
“Desde hace décadas, el suicidio es la segunda o tercera causa de muerte entre los jóvenes de 10 a 24 años”, y los intentos suelen ser más frecuentes entre las niñas, añadió.
Prinstein comentó que la ansiedad y la depresión suelen ser más comunes entre las niñas que entre los niños, y el aislamiento causado por la pandemia pudo haber exacerbado eso.
Se necesita una reforma integral sobre la forma en la que la sociedad maneja la salud mental, señaló Prinstein. En las escuelas se debería enseñar a los jóvenes formas de manejar el estrés y los conflictos, así como les enseñan a hacer ejercicio para prevenir las enfermedades físicas, agregó.
En zonas de bajos ingresos, donde las experiencias infantiles adversas eran elevadas antes de la pandemia, la crisis se ha agravado por la escasez de personal escolar y de profesionales de la salud mental, según los expertos.
Los distritos escolares de todo el país han utilizado el dinero federal destinado a la pandemia para contratar a más especialistas en salud mental, si pueden encontrarlos, pero dicen que éstos no se dan abasto y que los estudiantes que necesitan atención especializada fuera de la escuela a menudo no pueden obtenerla porque los terapeutas están sobrecargados y tienen largas listas de espera.
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