La soledad se ha convertido en una pandemia silenciosa en países como Estados Unidos. La crisis sanitaria del coronavirus lo ha agravado. En algunos casos, la situación puede acabar provocando episodios de depresión y ansiedad.
Miami, EE.UU. (VOA) – Las esperanzas de que esta fuera una celebración de navidad y fin de año como la recordamos antes de la pandemia del coronavirus se desvanecieron en las últimas semanas. Con más elementos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) envió la alerta: la variante ómicron se expande de manera mas fácil que delta y las posibilidades de contagio aumentan.
En ese escenario, el organismo de la ONU ha sugerido cancelar las festividades.
En Estados Unidos, por ejemplo, ómicron se ha adelantado a otras variantes y ahora es la versión dominante del coronavirus. La semana pasada representó el 73% de las nuevas infecciones, según cifras oficiales recientes.
“Un evento cancelado es mejor que una vida cancelada. Es mejor cancelar ahora y celebrar más tarde que celebrar ahora y llorar más tarde”, ha dicho el líder de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
¿Qué significa y en qué contexto llega?
Un informe de la Universidad de Harvard publicado a mediados de 2021 señalaba que un 36 por ciento de la población de Estados Unidos admitía sentirse sola.
Esa sensación se experimentaba de forma más aguda en dos grupos específicos. Por un lado, en los adultos jóvenes. El 61 por ciento de ellos, personas entre 18 y 15 años, admitían que se sentían solos “habitualmente”. El 43 por ciento de ellos señaló que con la pandemia del coronavirus su soledad había incrementado.
Por otro lado, se destacaba el grupo de las madres con hijos pequeños. Más de la mitad reconocían sufrir de soledad. Al preguntarles si esa sensación se había agravado con el coronavirus, el 47 por ciento de ellas respondió afirmativamente.
El nivel de depresión aumenta con las fiestas
Con estos datos, los expertos aseguran que la soledad se ha convertido en la epidemia silenciosa del siglo XXI. La depresión y la ansiedad por la soledad se acentúan durante las fiestas de final de año, tal y como explica el psicólogo clínico Peter Ventre en declaraciones a la Voz de América.
“El nivel de depresión aumenta cerca del 60 por ciento”, dijo Ventre recordando que “eso siempre ha existido, pero debido al estigma y al pobre acceso a la salud mental” había pasado desapercibido para la sociedad en general.
De hecho, en Estados Unidos los trastornos por depresión y ansiedad durante estas fechas tan señaladas se conocen popularmente como “Holidays Blues” o “Tristeza Navideña” en español.
“El hecho de no poder ver a nuestros familiares porque están lejos en estas fechas tan señaladas o porque los seres queridos ya no están entre nosotros provoca que se den episodios de ansiedad”, expuso el doctor Ventre, que ha impulsado la plataforma MyPsychiatrist.com para tratar la salud mental de forma remota.
Los recuerdos no son una buena terapia
“Se tiende a recordar esos tiempos bonitos y alegres, pero cuando abres los ojos y ves la realidad y te das cuenta de que estás solo en tu casa acabas por deprimirte”, relata. Sobre eso, el médico reconoce que hay una “falsa creencia” al pensar que uno cuando recuerda episodios del pasado que evocan felicidad, uno puede sentirse mejor.
“A veces no es así”, zanja. “Cuando piensas en cómo pasaste las navidades con tus padres, con tu pareja o con tus hijos y ves que ahora no están te provoca una felicidad rápida, pero luego eso, en algunos casos, acaba desencadenando en una depresión”, agrega.
La soledad, una pandemia en aumento
Los casos de soledad ya estaban yendo en aumento desde antes de la pandemia. Un estudio de 2018 realizado entre la Kaiser Family Foundation y The Economist concluyó que uno de cada cinco estadounidenses solía sentirse solo de forma regular. Otro estudio de Cigna, publicado en enero de 2020 -justo antes de que estallara la crisis sanitaria-, reveló que tres de cada cinco estadounidenses decían sentirse solos.
Pero las restricciones impuestas durante la pandemia, que obligaron a una gran parte de la población a confinarse, intensificaron los sentimientos de soledad entre la población, según apuntaban los autores del informe de Harvard.
“Hay que ir un especialista para buscar una solución”
¿Qué hacer cuando uno tiene sensación de soledad que puede acabar en una grave depresión? El doctor Ventre tiene clara la respuesta. “Tienen que llamar y hacer una cita con un médico especialista” porque “no es lo mismo hablar con un amigo, con un familiar o quedarse con esa molestia”.
“A veces necesitamos ese tipo de ayuda en el que te sientes completamente libre de decir lo que tú sientes adentro. Por más confianza que tengas con un amigo, no vas a abrir tu carácter al ciento por ciento”, manifestó.
Otra solución que puede ayudar a aliviar esa sensación de soledad durante las fechas navideñas son las llamadas telefónicas a los seres queridos. Eso sí, “no hay que llamarlos únicamente para contar los problemas”, sino “para hablar tranquilamente de otros temas”.
“A nadie le gusta interactuar con alguien que esté continuamente diciendo que tiene muchos problemas y eso identifica a la persona como negativa. Y es por eso que luego se da el aislamiento: porque nadie quiere hablar con esa persona ya que está quejándose constantemente de su vida”, aclara en declaraciones a la VOA.
Practicar ejercicio puede ayudar
Con todo, el psicólogo clínico recuerda que “cuando uno está bajo esa nube negra de frustración y depresión” practicar un poco de ejercicio al aire libre puede ser muy beneficioso para la salud mental.
“Salir a disfrutar del medio ambiente, caminar e interactuar con otras personas suele dar un sentimiento de felicidad”, aseguró convencido de que “lo peor que se puede hacer es quedarse en casa solo”.
Las dificultades económicas contribuyen al aislamiento
Otro factor que contribuye al aislamiento social en estas fechas festivas es la incapacidad financiera de algunas personas que no pueden comprar regalos porque se quedaron sin trabajo.
El médico reconoce que fiestas se han convertido en una “época en la que hay una gran presión social” y hay personas que sufren de ansiedad al ver que no pueden estar a la altura de las circunstancias por diferentes motivos.
“Si tú estás pasando por un problema financiero y no puedes comprar regalos, eso te aísla”, afirma el especialista.
En su opinión, la presión social para cumplir con todas esas expectativas puede acabar desencadenando una situación de frustración y, a su vez, pudiera agravarse con episodios severos de depresión.
Más campañas de divulgación
Los autores del informe de la Universidad de Harvard recomiendan “campañas de educación pública nacionales, estatales y locales” para visibilizar la “epidemia de la soledad”. En ese sentido, los estudiosos abogan por que el gobierno diseñe planes de divulgación mucho más efectivos sobre la soledad en escuelas, universidades y centros de trabajo.
“El gobierno federal debería ampliar su compromiso con el servicio nacional para los jóvenes y para que los gobiernos estatales puedan hacer mucho más para promover” la existencia de esta situación.
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