Los estudiosos mencionan que las apuestas pueden estimular los sistemas cerebrales de recompensa al igual que las drogas o el alcohol, y causar adicción, realizando apuestas continuamente, además de ocultar el comportamiento, consumir los ahorros, acumular deudas o, incluso, recurrir al robo o al fraude para sostener la adicción.
Ciudad Juárez, Chih . (ADN / Arturo Hernández) – De acuerdo al Instituto Nacional de Psiquiatría, la ludopatía (adicción a los juegos de azar), ha crecido en las mujeres durante los últimos años, al ser un escape a la violencia intrafamiliar, además de que en la actualidad tienen acceso a sus propios recursos al integrarse de manera importante a la fuerza laboral en diversas áreas del desarrollo económico de la frontera.
La institución define la Ludopatía como la adicción patológica a los juegos de azar, y como el deseo irrefrenable de seguir apostando a pesar de los estragos que esto le causa en su vida, algo que, no hace mucho, solo se les atribuía a los hombres.
Soledad, frustración y disponibilidad, son algunos factores que contribuyen a apostar de manera compulsada, y pese a ser un problema de salud de acuerdo a la OMS, es poca la atención que se le otorga.
En nuestra frontera, el número de personas que apuestan de manera compulsada ha crecido exponencialmente, y pese a que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, es un problema de salud, es poca la atención que recibe, sin embargo, son muchos los casos de gente que sufre por su adicción al juego, tal es el caso de María de Jesús S, quien empezó a apostar como una diversión para olvidarse de los problemas cotidianos del hogar, sin embargo, a través del tiempo, los juegos de azar se convirtieron en una necesidad que la llevó a priorizar las apuestas por encima de cualquier responsabilidad que pudiera tener, lo que finalmente le costó su matrimonio y el abandono de sus hijas, además de terminar en bancarrota.
La ludopatía es más frecuente en personas jóvenes y de mediana edad, y algunos de sus detonantes son apostar para escapar de los problemas o aliviar los sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad o depresión.
“La adicción al juego me ha llevado a apostar de manera compulsada, siempre pensando que en cualquier momento va a llegar un golpe de suerte que me va a permitir recuperar lo que durante el día he llegado a perder, ya sea en el póker, o bien en las maquinitas tragamonedas de cualquiera de los casinos locales”, mencionó de entrada.
“Cuando recién empecé a jugar fue como una diversión, y de alguna manera controlaba mi afición a las apuestas, sin llegar a pensar que con el tiempo llegaría a ser un verdadero problema, pero lo más graves es que aun y cuando te veas en bancarrota, el deseo de jugar permanece, siempre pensando en que la próxima ocasión el resultado será diferente, algo que nunca llega”, añadió.
“Mi adicción llegó al grado de anteponer la jugada a mis responsabilidades con mi familia y con mi trabajo porque duraba días jugando en lugares clandestinos de la ciudad, y poco me importaba endeudarme con los mismos que me ganaban en la mesa del póker, quienes finalmente se quedaron con mi patrimonio, y el de mis familiares, a quienes engañe durante un tiempo, hasta que se dieron cuenta de mi problema y terminaron por abandonarme”, agregó.
Algunas personas con ludopatía pueden tener períodos de remisión en los que no apuestan o apuestan menos durante un tiempo. Sin embargo, sin tratamiento vuelven a recaer en el juego.
Así como el caso de María de Jesús, alrededor de la adicción al juego existen historia que para cualquiera pudieran resultar imposibles de creer, como el jugador que usa pañales de adulto para no dejar de apostar en la máquina tragamonedas, sin embargo, tanto esta historia, así como el padecimiento peligroso, son una realidad en nuestra sociedad.
Los estudiosos mencionan que las apuestas pueden estimular los sistemas cerebrales de recompensa al igual que las drogas o el alcohol, y causar adicción, realizando apuestas continuamente, además de ocultar el comportamiento, consumir los ahorros, acumular deudas o, incluso, recurrir al robo o al fraude para sostener la adicción.
La ludopatía es un trastorno grave que puede destruir vidas. Aunque el tratamiento de la ludopatía puede ser complejo, muchas personas que luchan contra este trastorno han encontrado ayuda a través del tratamiento profesional.
Síntomas
Los signos y síntomas de ludopatía incluyen los siguientes:
-Estar preocupado por las apuestas, por ejemplo, planificar continuamente cómo ganar más dinero con las apuestas.
-Sentir necesidad de apostar sumas de dinero cada vez más altas para lograr la misma emoción.
-Intentar controlar, reducir o detener las apuestas, sin éxito.
-Sentirte inquieto o irritable al intentar reducir las apuestas.
-Apostar para escapar de los problemas o aliviar los sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad o depresión.
-Intentar recuperar el dinero perdido con más apuestas (recuperación de las pérdidas).
-Mentirles a los miembros de la familia o a otras personas para ocultar la magnitud de las apuestas.
-Poner en peligro o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades académicas o laborales debido a las apuestas.
-Recurrir al robo o al fraude para recuperar el dinero de las apuestas.
-Pedirles a otras personas que se hagan cargo de tus problemas económicos porque apostaste tu dinero.
El Instituto Nacional de Psiquiatría recomienda que, si tienes factores de riesgo de sufrir ludopatía, considera la posibilidad de evitar las apuestas de todo tipo, las personas que apuestan y los lugares donde estas se realizan.
Busca tratamiento ante el primer signo de un problema para ayudar a evitar que la ludopatía empeore.
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