Datos oficiales establecen que antes de la inoculación fallecían 40 enfermos de cada 100, reportan una cobertura del 70 por ciento en personas de 60 años y más.
Ciudad de México (ADN / Martín Orquiz) – A través de sus redes sociales, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, reportó que después de que se empezó a aplicar la vacuna contra la COVID-19, mueren ocho pacientes de cada 100, mientras que antes de la inoculación esa cifra era de 40 por cada 100.
Las vacunas contra la COVID-19, explica el funcionario federal de salud, tienen como propósito fundamental reducir la mortalidad.
“Las personas vacunadas pueden tener infección, pueden tener incluso enfermedad, pero la probabilidad de que tenga la enfermedad grave, que terminen en un hospital, o peor aún que pierdan la vida, se reduce sustancialmente”, dice.
Concretamente, añade, en personas adultas mayores, desde la semana 18 de 2021, se logró la cobertura de vacunación del 70 por ciento en personas de 60 o más años de edad.
A partir de entonces, se notó una acelerada reducción en la probabilidad de morir por COVID-19.
Antes de la vacuna, 40 de cada 100 personas con COVID-19 perdía la vida, después de la vacuna, ocho de cada 100 personas pierden la vida por la enfermedad, dio a conocer.
“Estaremos documentando como los efectos positivos de la vacuna van ocurriendo en todos los grupos de edad conforme logramos amplias coberturas de vacunación”, estableció.
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