La rápida reacción y tratamiento ante un ACV, segunda causa global de muerte, resulta vital para reducir secuelas y fomentar una recuperación eficaz. La tecnología y conciencia son aliados en esta lucha constante.
Ciudad de México (ADN/Staff) – El impacto del Accidente Cerebrovascular (ACV) en la sociedad mexicana se marca con cifras alarmantes cada año, resaltando la imperiosa necesidad de una respuesta rápida y un tratamiento oportuno. El ACV, que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se ve obstruido, puede desencadenar consecuencias irreparables en los afectados. La rapidez en la atención no solo es crucial para la supervivencia, sino que también determina el grado de recuperación que un individuo puede alcanzar post-incidente.
La metodología F.A.S.T (Face, Arm, Speech, Time – Cara, Brazo, Habla, Tiempo) se presenta como una herramienta esencial para la detección temprana de esta condición. Identificar rápidamente los síntomas y actuar en consecuencia puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una recuperación efectiva y una vida de discapacidades. La tecnología médica, con avances como la angiografía y la tomografía computarizada, está desempeñando un papel fundamental en mejorar las perspectivas de diagnóstico y tratamiento del ACV, permitiendo una acción médica precisa y expedita.
F (Face – Cara): ¿La persona tiene la cara caída de un lado o torcida?
A (Arm – Brazo): ¿La persona es incapaz de levantar ambos brazos por igual?
S: (Speech – Habla): ¿La persona tiene dificultades para hablar?
T: (Time – Tiempo): Si nota alguno de estos síntomas, marque de inmediato a los servicios de emergencia. Cada minuto cuenta.
A nivel global, el ACV se sitúa como la segunda causa de muerte, un dato que resalta la urgencia de reforzar las intervenciones, la prevención y la accesibilidad a servicios de salud de calidad. México no se encuentra exento de esta realidad; en 2021, el stroke causó 37,453 decesos, posicionándose como la séptima causa de muerte en el país. Con 118 casos por cada cien mil habitantes, la incidencia de ACV revela una problemática de salud pública que demanda atención inmediata.
Sergio Arturo Domínguez, director de Cuidados Cardiovasculares para Latinoamérica en Siemens Healthineers, enfatizó la importancia de la prevención y el compromiso de su compañía en promover el acceso a diagnósticos oportunos y tratamientos precisos para el ACV. La colaboración entre entidades médicas, tecnológicas y organizaciones globales como la World Stroke Organization, es vital para establecer un frente unido contra esta enfermedad devastadora.
La secuela de un ACV puede ser devastadora, no solo en términos de salud, sino también en la calidad de vida de los afectados y sus familias. La discapacidad física, los cambios cognitivos y las dificultades de comunicación son solo algunas de las consecuencias que pueden surgir post-ACV. Esto subraya la importancia de un enfoque multidisciplinario que incorpore tecnología, educación y accesibilidad a servicios de salud para combatir eficazmente esta condición médica.
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