Los herbicidas, son sustancias químicas que se utilizan en la agricultura para disminuir el impacto de las hierbas indeseables en los cultivos, el más vendido en México es el glifosato, conocido comercialmente como faena, roundup, rodeo entre otros. Tanta es su demanda que ha sustituido el trabajo de eliminar la maleza manualmente; por lo que se aplican toneladas por año de éste herbicida en el campo mexicano.
La compañía multinacional Monsanto distribuye este herbicida a nivel mundial. Ésta controversial y famosa empresa asegura que es un producto inofensivo para el ser humano y qué sólo daña a plantas. Existen desacuerdos internacionales sobre el impacto nocivo que tiene éste producto a la salud. La Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), clasifica al glifosato como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”; sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (US-EPA) lo señala como “probablemente no cancerígeno”, estas diferencias producen gran controversia.
Reconocidas investigaciones científicas concluyen en que el glifosato produce: esterilidad, problemas renales y hormonales, deterioro en el sistema nervioso y productor de daño y muerte de las células. La exposición crónica a éste herbicida se ha relacionado a padecimientos tales como autismo, Alzheimer, Parkinson, desórdenes de ansiedad, osteoporosis, enfermedad intestinal inflamatoria, osteomalacia, obstrucción dela bilis y trastornos de la glándula tiroidea.
La exposición al glifosato en el aire, el suelo y el agua es inevitable sobre todo en aquellas poblaciones cercanas a campos agrícolas, sin embargo, aunque el glifosato se degrada muy rápidamente, este se convierte a un producto llamado ácido aminometilfosfónico (AMPA) el cual se ha comprobado que puede permanecer en el suelo por periodos de más de tres años y contaminar las aguas subterráneas. Ésta sustancia puede ser incluso arrastrada por ríos y llegar a poblaciones que no necesariamente sean agrícolas. El AMPA, según estudios de laboratorio es una sustancia que daña el material genético de los seres vivos.
El Comité de Evaluación de Riesgos de la Agencia de Químicos Europeos (ECHA) aprobó tres recomendaciones generales para el uso de glifosato: 1) Prohibir un aditivo llamado POE-seboamina a partir de productos a base de glifosato, 2) minimizar el uso de la sustancia en parques, campos y jardínes públicos y 3) minimizar el uso de glifosato previo a la cosecha. Estas medidas precautorias se llevarán a cabo hasta que se dé a conocer la situación específica de glifosato como fuente de daño a la salud en el ser humano. En vista del tiempo requerido para la evaluación se extendió la licencia para uso de glifosato hasta diciembre de 2017.
En México no existen medidas preventivas para el uso de este herbicida por lo que se espera que, a partir de la resolución de la IARC, se publiquen nuevas regulaciones mexicanas que permitan disminuir la exposición de éstas sustancias al ser humano y minimizar los riesgos a la salud.
Ana Paola Balderrama-Carmona
Actualmente Catedrático e Investigador del Departamento de Ciencias Químico-Biológicas y Agropecuarias.Miembro de la Academia de Análisis Clínicos. Candidata a investigadora Nacional. Organization for Woman in Science for the Developing Countries (OWSD) member.
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