El aborto con medicamentos representa más de la mitad de todos los abortos en los EEUU y, por lo general, involucra dos medicamentos: mifepristona y misoprostol. Una carta de investigación publicada el martes en analizó las solicitudes de estas píldoras de personas que no estaban embarazadas y las buscaron a través de Aid Access, un servicio europeo de telemedicina en línea que las receta para uso futuro e inmediato.

Aid Access recibió alrededor de 48.400 solicitudes de todo Estados Unidos para la llamada “provisión anticipada” desde septiembre de 2021 hasta abril de 2023. Las solicitudes fueron más altas -según encontraron los investigadores- justo después de que se filtrara la noticia en mayo de 2022 de que la Corte Suprema anularía Roe vs. Wade, pero antes del anuncio formal de junio.

A nivel nacional, el número promedio de solicitudes diarias se disparó casi diez veces, de aproximadamente 25 en los ocho meses anteriores a la filtración a 247 después de la filtración. En los estados donde la prohibición del aborto era inevitable, la tasa promedio de solicitudes semanales aumentó casi nueve veces.

“Las personas se enfrentan a las amenazas que se ciernen sobre el acceso a la salud reproductiva, a las amenazas que se ciernen sobre sus derechos reproductivos y, potencialmente, piensan: ¿Cómo puedo prepararme para esto? ¿O cómo puedo evitar esto o adelantarme a esto?”, dijo la doctora Abigail Aiken, profesora asociada de la Universidad de Texas en Austin y una de las autoras del documento.

Las solicitudes diarias se redujeron a 89 a nivel nacional después de la decisión de la Corte Suprema, según muestra la investigación, y luego aumentaron a 172 en abril de 2023, cuando hubo fallos legales contradictorios sobre la aprobación federal de la mifepristona. Se espera que la Corte Suprema se pronuncie sobre los límites de la droga este año.

La coautora, la Dra. Rebecca Gomperts de Ámsterdam y directora de Aid Access, atribuyó este aumento a una mayor conciencia pública en tiempos de incertidumbre.

Los investigadores encontraron desigualdades en cuanto a quién recibe las píldoras por adelantado. En comparación con las personas que solicitaban píldoras para tratar los abortos actuales, una mayor proporción tenía al menos 30 años, era blanca, no tenía hijos y vivía en áreas urbanas y regiones con menos pobreza.

La provisión anticipada aún no está llegando a las personas que enfrentan las mayores barreras para la atención del aborto, dijo el Dr. Daniel Grossman, especialista en obstetricia y ginecología de la Universidad de California, en San Francisco, que no participó en la investigación.

“No es sorprendente que algunas personas quieran tener estas píldoras a mano en caso de que las necesiten, en lugar de tener que viajar a otro estado o tratar de obtenerlas a través de la telesalud una vez embarazadas”, agregó en un correo electrónico, y también dijo que se necesita más investigación sobre las desigualdades.

Recientemente, dijo Aiken, otras organizaciones han comenzado a ofrecer píldoras por adelantado.

“Es una idea muy nueva para muchas personas, porque no es una práctica estándar en el ámbito de la atención de la salud de EEUU”, dijo. “De hecho, será una novedad para mucha gente que sea algo que se ofrezca”.