Dijo que en el cuarto año de la pandemia, “el mundo está en un lugar mucho mejor que hace varios años, debido a la gestión de la atención clínica, las vacunas y los tratamientos. Durante la mayor parte del año pasado, COVID-19 estuvo en declive. La vacunación aumentó en todo el mundo, y hubo un progreso sostenido en muchos países de ingresos bajos y medios”.

Advirtió, sin embargo, que la amenaza del COVID-19 persiste. “Continúan las grandes desigualdades en el acceso a las pruebas, el tratamiento y la vacunación. Cada semana, aproximadamente 10,000 personas mueren de COVID-19. El verdadero número de víctimas es probablemente mucho mayor”.

“El panorama epidemiológico actual de COVID-19 es preocupante”, dijo Tedros. “Hay una intensa transmisión y presión sobre los sistemas de salud, particularmente en las regiones templadas del hemisferio norte, y una subvariante recombinante que se propaga rápidamente”.

La nueva variante, XBB.1.5, es el producto de dos sublinajes de la variante del coronavirus BA.2, dijo.

“Se identificó originalmente en octubre de 2022, ahora se ha detectado en 29 países y parece estar creciendo rápidamente en algunas geografías”. Tedros dijo, y agregó que la OMS lo está siguiendo de cerca.

Mientras tanto, China, dijo Tedros, está “experimentando una transmisión muy alta en este momento”, y los funcionarios de la OMS se han reunido con funcionarios chinos para discutir el aumento de casos y hospitalizaciones.