Buscan proteger y mejorar los cultivos a la comunidad de Cusárare; en el taller participaron decenas de familias rarámuris para aprender técnicas en favor de una agricultura ecológica y alcanzar la meta de 2 mil 500 plantas de fruta u hortaliza asignada a cada comunidad.
Rarámuchi, Cusárare, Chihuahua (ADN / Martín Orquiz) – Con el objetivo de aprender a fabricar composta en el Segundo Taller de Capacitación sobre Biofábricas, donde se mostraron las diversas técnicas para el mejor desarrollo de sus parcelas y así alimentar a las plantas y obtener mejores cultivos de frutos y hortalizas, decenas de integrantes del programa Sembrando Vida acudieron a esa región de la Sierra Tarahumara.
A través de un comunicado, se informó que rarámuris de la región siguen adquiriendo conocimientos de este programa del Gobierno Federal, que se ha convertido en una forma de vida, pues a través de técnicas sencillas pueden cultivar y producir sus propias hortalizas, además de vender el excedente y recibir un pago por trabajar sus propias tierras.
Rocío Sánchez Rosales, facilitadora del Programa Sembrando Vida, explicó cómo en las Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) se puede producir abonos, orgánicos sólidos, compostas, vermi compostas, semicompostas, y bocashi, que es un abono orgánico, rico en nutrientes necesario para el desarrollo de los cultivos.
El bocashi, explicó, se obtiene a partir de la fermentación de materiales secos, que mezclados ofrecen una excelente combinación de nutrientes para las plantas.
Al taller acudieron 21 facilitadores de las regiones de Batopilas, Guadalupe y Calvo, Balleza, Uruachi, Guachochi, Bocoyna, y Cerocahui, quienes acompañaron a las sembradoras y sembradores rarámuris participantes en este Segundo Taller de Biofábricas, realizado en el CAC de Nochabo en Raramuchi.
La especialista en la elaboración y supervisión de cultivos y composta, Rocío Sánchez Rosales, explicó a los asistentes que el uso de agroquímicos como la urea en los cultivos hortícolas, generan efectos negativos, por lo que se busca disminuir o eliminar su uso mediante otras técnicas menos toxicas.
La homeopatía agrícola, dijo, representa una alternativa para la agricultura ecológica, lo que favorece de manera positiva en el desarrollo de los cultivos.
El objetivo de Sembrando Vida es fabricar alimentos para las plantas, hacer una buena composta, humo de lombriz, abono líquido para las plantas, así como la fabricación de extracto de alcohol para protección de las plantas.
Cada uno de los facilitadores, que son las personas capacidades técnicamente, tiene como finalidad lograr que se produzcan 2 mil 250 plantas de la fruta u hortaliza, o diversas plantas asignadas a cada comunidad, de acuerdo con la zona geográfica en la que se ubican.
Además de la reforestación, el programa Sembrando Vida, beneficia a los Sembradores reciben un pago mensual que consiste en cinco mil pesos mensuales para cada persona integrante del programa en todo el país.
El pago se hace mediante depósito directo y sin intermediarios en las tarjetas de Banco del Bienestar.
En el invernadero, rodeado por cerros, pinos y arroyos naturales, se construyó un invernadero donde se producen plantas frutales, hortalizas y diversas especies de árboles para poder reforestar las zonas de la Sierra Tarahumara que se han visto afectadas por los incendios naturales y por otras causas.
Cresencio José de Jesús, técnico productivo de ruta, explicó cómo es que se producen las plantas en el invernadero: “Tenemos aquí plantas de chiquihuite, nopal, frambuesa, zarzamora, manzana, semillas de pino, membrillo, higos, parras, álamos, entre otros”.
La meta de manzana, dijo, es producir 7 mil 100 plantas, de las cuales se tienen 6 mil 600; de durazno la meta de plantas es de 3 mil 900, se tienen hasta el momento 900 plantas; de pera, la meta es de 900 plantas, pero esta fruta está en proceso de desarrollo.
De parra se tienen 16 plantas de una meta de 410; en tanto, de zarzamora se cuenta con 600 plantas de una meta de mil 250; de frambuesa existen 400 plantas de una meta de 1mil; mientras, de pino engel se tiene una meta de 16 mil 100 plantas, de las cuales faltan 3 mil 959.
También se tiene de álamo 350 plantas de una meta de producción de 2 mil 400; de encino 68, de una meta de 500 plantas; 383 de táscate de una meta de 1 mil 200 plantas; así como 33 de chiquihuite, de una meta de 400 plantas y 14 de sauce, de una meta de 350 plantas.
La meta de plantas de nopal es de 6 mil 50 plantas, falta por producir una cantidad de 1 mil 1794, en tanto que de agave se tiene una meta de 6 mil 290 plantas y faltan por producir 117.
La meta total de plantas es de 47 mil 250, de las cuales se tienen en bolsa a ras de piso 20 mil 874, 4 mil 600 en semillas y en unidad de producción 9 mil 15, por lo que el número de plantas que faltan por producir es de 12 mil 461 mediante el programa Sembrando Vida del Gobierno de México.
En este invernadero, se pudo comprobar que existen métodos como el del sistema de riego por energía solar que funciona sin electricidad, ya que solo depende de la luz del sol, haciendo su funcionamiento muy económico.
Además, promueve el ahorro de agua, porque utiliza el método de riego por goteo, que evita el desperdicio de este escaso recurso, por lo que se puede concluir que el riego por goteo sin electricidad se convierte en el sistema más eficiente, en cuanto al uso del agua para los cultivos.
El taller concluyó con la entrega de reconocimiento de Bandera Verde a los sembradoras y sembradores, por parte de las facilitadoras Rocío Sánchez Rosales y Guadalupe Martínez Flores.
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