Pareciera que la temporada de lluvias, disipa la incertidumbre que nuestra árida tierra mantiene ante la sequía que pone en duda la prosperidad de las cosechas. Sin embargo, ante tanta certeza, hay quienes no se conforman y aprovechan para infundir de manera mañosa, dudas respecto a lo que la propia lluvia no puede dejar claro. La bajeza de algunos actores políticos sin duda no tiene límites y busca únicamente posicionar candidatos mientras lucran con los intereses de los productores del estado, y esta afirmación no es una opinión al aire, sino que tiene sustento en lo que a continuación se expone.
El Tratado Internacional de Límites y Aguas de 1944, es el que estipula la entrega del agua de la cuenca del río Conchos al caudal del Río Bravo; de acuerdo con diversos especialistas, este Tratado resulta en general benéfico para México, aunque pueda tener algunas repercusiones para Chihuahua, sobre todo cuando Vicente Fox pactó con George Bush en 2003, un acuerdo que compromete de manera desfavorable para Chihuahua, la entrega de 396 millones de metros cúbicos anuales de agua del Conchos.
Si bien, esta acción fue encubierta con acciones de modernización, tecnificación de riego, revestimientos de canales, nivelación de tierras, entre otras que pueden consultarse en la página de la CILA y que se llevaron acabo en tres distritos de riego de la cuenca, lo cierto es que estas acciones se ejecutaron casi en su totalidad, con recursos públicos de la federación con apoyo del Banco de Desarrollo de América del Norte, pero eso sí, sin un solo penny de Estados Unidos.
Además de Fox, en el estado el entonces gobernador Patricio Martínez fue uno de los grandes promotores de este acuerdo que, si bien en su momento apoyó al campo -lo que es una obligación de los gobiernos- comprometió innecesariamente el recurso hídrico de las y los chihuahuenses: este acuerdo implica que, además de la cantidad pactada en el Tratado de 1949, se entregaría casi un 40% más del agua del Conchos, por un tiempo indefinido.
Por obvias razones, de este acuerdo no quieren ni hablar panistas y priistas, y prefieren cargar el peso de su error a la actual administración, engañando respecto al déficit de entrega de agua de Chihuahua para Estados Unidos y Tamaulipas, queriendo además de ocultar este acuerdo que resulta perjudicial para el estado, omitir diversas circunstancias que habría que tomar en cuenta en esta situación: sobre concesiones de agua concedidas por administraciones priistas, puntos de extracción ilegales, la nula operación del Comité de Evaluación y Seguimiento encargado de vigilar las cuestiones de gobernanza -lo que produjo que los agricultores abandonaran las acciones de tecnificación de riego por sus inexistentes ventajas- sumado a la deforestación histórica de la Sierra Tarahumara que se permite para beneficio de la industria mueblera de la región de Delicias, son puntos a tomar en cuenta al momento de abordar la situación del agua.
Es por ello que, le planteo lo siguiente: ¿Habrá conflicto del agua, o más bien será en el fondo, un conflicto de intereses? Dejo esa pregunta, pero sin dejar lugar a dudas respecto a que, ni el PAN ni el PRI han defendido ni defienden el agua, más bien la han entregado y usado como moneda de cambio, queriendo contrapuntear a falta de propuestas y de acciones claras, evadiendo su responsabilidad.
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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