En Chihuahua, los defectos congénitos no son tratados adecuadamente; la legislación podría cambiar para garantizar una prevención y diagnóstico efectivos.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – El Sistema de Salud de Chihuahua enfrenta un desafío significativo en el diagnóstico y prevención de defectos congénitos o al nacimiento. Aunque se realizan pruebas rutinarias a las madres, la falta de exámenes específicos y la alta costumbre en muchos hospitales ha llevado a un enfoque inadecuado en la prevención de estas condiciones.
La preocupación por los males congénitos no es exclusiva de Chihuahua. En muchos estados, estos exámenes esenciales son ignorados. La situación requiere una revisión de la legislación para promover programas que fomenten la realización de estudios de laboratorio y gabinete, y aplicar tratamientos médicos preventivos correspondientes.
Los defectos congénitos pueden ser causados por factores genéticos, ambientales o una combinación de ambos. Se estima que 1 de cada 33 bebés nace con un defecto de nacimiento. Aunque no todos pueden prevenirse, una mayor atención a la salud materna y fetal podría aumentar las probabilidades de tener un bebé sano.
Las anomalías más comunes incluyen malformaciones cardíacas, defectos del tubo neural y síndrome de Down. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda programas de vigilancia y seguimiento, y garantizar tratamientos oportunos, incluyendo cirugía, medicamentos y nutrición.
La medicina moderna ha revelado que muchos defectos congénitos pueden prevenirse o mitigarse con un enfoque proactivo en la salud materna y fetal. Los avances en tecnología médica, como ultrasonidos y pruebas genéticas, permiten la detección temprana de muchos defectos de nacimiento.
El Dip. Bazán Flores Omar del PRI ha subrayado la necesidad de agregar acciones específicas al artículo 67 que prevé la atención materno-infantil, como la realización de estudios de laboratorio y gabinete, para evitar diagnosticar y controlar defectos al nacimiento.
La prevención de defectos de nacimiento es un esfuerzo conjunto que requiere la colaboración de médicos, futuros padres y la sociedad en su conjunto. La educación, la atención prenatal y la toma de decisiones saludables pueden reducir significativamente el riesgo de defectos de nacimiento.
Finalmente, agregó, “cada situación es única, por lo que es esencial contar con el apoyo de profesionales de la salud para tomar decisiones informadas y garantizar el mejor resultado posible para el bebé y la familia”.
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