En Ciudad Juárez, la Audiencia Pública sobre corrupción reunió a autoridades y ciudadanos, promoviendo un diálogo para fortalecer la rendición de cuentas en la región.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en Ciudad Juárez se convirtió en el escenario de un importante diálogo sobre la lucha contra la corrupción en la región.
La Audiencia Pública 2025 reunió no solo a ciudadanos preocupados, sino también a diversos actores políticos y sociales, marcando un espacio para el intercambio de ideas sobre la prevención y el combate de esta problemática que ha permeado en las instituciones de Chihuahua.
Con la participación activa de diputadas y diputados, así como de representantes de organizaciones civiles, el evento buscó construir un puente entre la ciudadanía y las instancias gubernamentales.
Dentro del panel se encontraron figuras relevantes del sistema estatal, como el Auditor Superior del Estado y el Fiscal Anticorrupción.
Su presencia subrayó la urgencia y la seriedad del tema, al representar a instituciones encargadas de vigilar, sancionar y prevenir actos de corrupción.
Es un reconocimiento de que la lucha contra este flagelo no puede recaer únicamente en manos de una sola entidad; es un esfuerzo conjunto donde la ciudadanía juega un papel crucial.
Según datos recientes de la Encuesta Nacional de Calidad de la Ciudadanía, la percepción de corrupción en distintos niveles de gobierno sigue siendo alta en Chihuahua, lo que resalta la necesidad de propuestas concretas y efectivas.
La diputada Elizabeth Guzmán, presidenta del Congreso del Estado y de la Comisión Anticorrupción, enfatizó la relevancia de una ciudadanía informada y participativa como base para una democracia real.
Su mensaje resonó como un llamado a la acción, apuntando que el cambio no se logrará sin la vigilancia activa de la sociedad.
Este tipo de actividades no solo son vitales para crear conciencia, sino que también actúan como catalizadores para fomentar una cultura de rendición de cuentas, cada vez más necesaria en un entorno donde los escándalos de corrupción a menudo socavan la confianza pública.
El papel del moderador, el consejero del Instituto Estatal Electoral, fue clave en la dinamización de los diálogos. Las preguntas abiertas sobre el Sistema Estatal Anticorrupción y la participación ciudadana generaron un espacio propicio para la expresión de inquietudes y reflexiones.
Esta naturaleza inclusiva de la reunión se tradujo en un compromiso auténtico de las autoridades para escuchar y tomar en cuenta las propuestas de quienes, en última instancia, son los más afectados por la corrupción: los ciudadanos.
La firma del acuerdo de colaboración refleja un paso hacia la formalización de propuestas que buscan reconfigurar la relación entre la ciudadanía y las instituciones.
De acuerdo con el convenio firmado durante la audiencia, se proyecta un marco de trabajo que facilitará la entrega de propuestas legislativas que abordan temas fundamentales sobre el servicio público y su ética.
Esta iniciativa responde a un panorama en el cual los chihuahuenses han demandado durante años políticas más efectivas y claras en la lucha contra la corrupción.
En la provincia, la historia ha estado marcada por casos emblemáticos de corrupción que han dejado una herencia de desconfianza en los mecanismos de la gobernanza.
La implementación de mesas de trabajo para continuar con las discusiones y evaluaciones de políticas relacionadas con la corrupción está planeada para fomentar un diálogo continuo.
Esta estructura busca no solo reconocer las inquietudes ciudadanas, sino también aprovechar la capacidad del sistema para adaptarse y responder a la cambiante realidad de la corrupción en Chihuahua.
La colaboración entre el sector público y las organizaciones civiles es, en este sentido, un factor determinante que podría ofrecer resultados significativos si logran establecerse como un modelo de gobernanza colaborativa a largo plazo.
A medida que avanza el proceso de implementación de estas propuestas, el desafío principal será garantizar que no se conviertan en solo un ejercicio de recolección de opiniones, sino en cambios tangibles y efectivos en la normativa y en la práctica diaria del gobierno.
La ciudadanía, en este contexto, se erige como la figura central que puede promover un cambio cultural hacia la transparencia y la rendición de cuentas, fundamentales para construir un Chihuahua más fuerte y libre de corrupción.
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