Palabras de apertura del Secretario General de la ONU, António Guterres, en la conferencia de prensa para el lanzamiento del Informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Ciudad de México.- 18 de febrero de 2021
Buen día a todos, en todas partes.
Me complace unirme al lanzamiento de este importante informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente sobre cómo hacer las paces con la naturaleza.
Quiero ser claro. Sin la ayuda de la naturaleza, no prosperaremos ni sobreviviremos.
Alteración del clima, pérdida de biodiversidad y contaminación que amenazan nuestra viabilidad como especie.
Son causados por una producción y un consumo insostenibles.
El bienestar humano radica en proteger la salud del planeta.
Es hora de reevaluar y restablecer nuestra relación con la naturaleza.
Este informe puede ayudarnos a hacerlo.
Hoy, en todo el mundo, estamos sobreexplotando y degradando el medio ambiente en tierra y mar.
La atmósfera y los océanos se han convertido en vertederos de nuestros desechos.
Y los gobiernos siguen pagando más por explotar la naturaleza que por protegerla.
A nivel mundial, los países gastan entre 4 y 6 billones de dólares al año en subsidios que dañan el medio ambiente.
Las crisis interrelacionadas del clima, la biodiversidad y la contaminación requieren una acción urgente de toda la sociedad, de los gobiernos, pero también de las organizaciones internacionales, de las empresas, de las ciudades y de los particulares.
Por ejemplo, alrededor de dos tercios de las emisiones mundiales de CO2 están directa o indirectamente vinculadas a los hogares.
El informe muestra que la economía mundial se ha multiplicado casi cinco veces en las últimas cinco décadas, pero a un costo enorme para el medio ambiente mundial.
La Tierra se dirige a más de 3 grados Celsius de calentamiento global en este siglo.
La carga recae de manera desproporcionada sobre las mujeres, que representan el 80% de las personas desplazadas por la alteración del clima.
Más de 1 millón de las 8 millones de especies de plantas y animales que se calculan en el planeta se encuentran en peligro de extinción.
Y las enfermedades causadas por la contaminación del aire provocan alrededor de 6,5 millones de muertes prematuras cada año.
Y el agua contaminada mata a otros 1,8 millones, principalmente niños.
Mientras tanto, 1.300 millones de personas siguen siendo pobres y unos 700 millones pasan hambre.
La conclusión es que necesitamos transformar la forma en que vemos y valoramos la naturaleza.
Debemos reflejar el verdadero valor de la naturaleza en todas nuestras políticas, planes y sistemas económicos.
Con una nueva conciencia, podemos dirigir la inversión a políticas y actividades que protegen y restauran la naturaleza y las recompensas serán inmensas.
Este año, a partir de la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de la semana que viene, una serie de conferencias ambientales internacionales clave son muy importantes, que incluyen el cambio climático, los productos químicos, la diversidad biológica, la desertificación y los océanos, y pueden ayudarnos a impulsarnos por el camino de la sostenibilidad.
Un momento clave ocurrirá mañana, cuando daré la bienvenida a los Estados Unidos de América al Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El compromiso del presidente Biden con las emisiones netas cero significa que los países que ahora producen dos tercios de la contaminación mundial por carbono están persiguiendo el objetivo de la neutralidad del carbono para 2050.
Si es adoptada por todos los países, ciudades, instituciones financieras y empresas de todo el mundo, una coalición global por la neutralidad de carbono para 2050 aún puede prevenir los peores impactos del cambio climático.
Nos estamos quedando sin tiempo para limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados Celsius y desarrollar la resistencia a los impactos venideros.
También necesitamos la misma urgencia y ambición para abordar cómo producimos nuestros alimentos y administramos el agua, la tierra y los océanos.
Solo entonces podremos proteger y restaurar la naturaleza y volver a encaminarnos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
El camino hacia una economía sostenible existe, impulsado por energías renovables, sistemas alimentarios sostenibles y soluciones basadas en la naturaleza. Conduce a un mundo inclusivo en paz con la naturaleza. Esta es la visión que debemos adoptar.
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