Hubo ciudadanos que invirtieron hasta 2.5 mdp, revela la diputada local de Morena, María Antonieta Pérez, quien recaba información de víctimas para adherirlas a una demanda colectiva civil.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN / Martín Orquiz) – Poco antes de las 12:00 del día de este viernes, siete juarenses llegaron hasta el monumento a Benito Juárez, donde la diputada local de Morena, María Antonieta Pérez Reyes, comenzaría a recabar información de víctimas de la empresa ARAS que, al parecer, defraudó a sus inversores.
Una de las afectadas, que decidió mantener su identidad anónima, dijo que ella invirtió 50 mil pesos, pero que conoce a personas que metieron el dinero que obtuvieron por su jubilación o por hipotecar sus casas.
Ella tuvo conocimiento de la empresa a través de conocidos, luego vio su publicidad en programas nacionales y hasta en una revista a dos páginas donde se describía su éxito, así como la entrevista con uno de sus ejecutivos, que leyó cuando viajaba en avión.
“Eso da confianza… yo sola fui, nadie me invitó”, dijo.
La afectada hizo su inversión en septiembre pasado, ahora participa en las acciones en contra de ARAS, dijo, para cumplir con una responsabilidad social porque sabe de otras personas que aportaron cantidades elevadas.
Tiene conocimiento de víctimas que viven en El Paso y otros lugares de Estados Unidos, así como en Mérida, Yucatán, de donde le habló una afectada para que la auxilie a interponer una demanda luego que, al parecer, perdió el dinero que le dieron cuando se jubiló del IMSS.
“Vengo en apoyo de esas personas”, mencionó.
Pérez Reyes la recibió a ella y a otros afectados más en una carpa que colocó en las inmediaciones del sitio público, donde estará “hasta que sea necesario”, aunque dio a conocer que también se pueden comunicar al número (656) 136 21 94 para acceder a la demanda colectiva civil federal que ya está en curso.
Buscará que el caso también sea penal por fraude en contra de Armando Gutiérrez Rosas, quien se ostentó como el directivo de ARAS: “tiene que rendir cuentas y reparar el daño que ocasionó”, dijo.
La próxima semana, añadió, esa demanda va a entrar a los juzgados federales.
Añadió que son al menos 18 mil 500 los inversionistas que se metieron al proyecto de ARAS, pero no se tiene el dato por Municipio; aunque se cree que la gran mayoría son de la Ciudad de Chihuahua, se reportaron afectados de Juárez, Delicias y Meoqui.
La demanda colectiva se inició en la Defensoría Pública con 180 víctimas y gracias a su comparecencia se sabe que ARAS pedía un mínimo para invertir de 10 mil pesos, pero hubo quienes metieron hasta 2.5 millones de pesos. En total, a ese grupo se le afectó con 100 millones de pesos.
Ahora, la bancada local de Morena pide que intervenga la Fiscalía General de la República (FGR) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por tratarse de un fraude de dinero y porque los responsables ya no están en el estado.
Acerca de la forma en que ARAS enganchó a sus víctimas, Pérez Reyes dijo que, por lo visto, tenía todo muy bien planeado, desde la manera en que se constituyó como sociedad y el Notario Público, Sergio Granados, la avaló sin tener la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Así se hizo de una imagen de legalidad, participaba en eventos políticos, financiaba campañas políticas, organizaba foros con personalidades importantes, como el expresidente, Felipe Calderón, con lo que se blindaron con una imagen de legalidad y la gente empezó a confiar.
Pero, indicó, la principal recomendación fue hecha boca por boca.
“Es un fraude muy maquinado, muy bien elaborado y desafortunadamente tuvieron éxito… es fraudulento e irreal ofrecer rendimientos del 9 por ciento al mes, 120 por ciento anual, y a las autoridades no les llamó la atención… dejaron que esta empresa operara por 5 años”, señaló. “Ese es el tema, ¿en dónde están las autoridades que tienen que estar vigilando estas financieras?”
Consideró como “muy grave” que la corrupción, la falta de leyes y de impartición de justicia permita que funcionen empresas estafadoras de forma impune por muchos años como en este caso, “Me preocupa mucho el tema anímico, emocional de los ciudadanos, estamos pasando por una crisis brutal de la pandemia con el cierre de empresas, gente sin empleo que está apostando lo que tenían de ahorro para sobrevivir… claro que es un problema social de magnitudes grandes para el estado de Chihuahua”, dijo.
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