Par de venezolanas narran la complicidad entre los cuerpos de seguridad y los grupos del crimen organizado para privar de la libertad a las personas en condición de movilidad en su travesía por el país.
Ciudad Juárez, Chih (ADN/Arturo Hernández) – Mujeres migrantes que se encuentran varadas en esta frontera denunciaron extorsiones de elementos del Instituto Nacional Migración (INM), quienes, en complicidad con gente del crimen organizado, les han arrebatado sus pocas pertenecias, además de exigirle dinero a sus familiares, en su recorrido por México.
Zaraday, oriunda de Caracas, dijo que al menos en un par de ocasiones fue secuestrado el grupo con el que ella se desplazó hasta esta frontera, y que en la primera ocasión fueron cinco horas las que estuvieron privados de su libertad, pero que en la segunda ocasión fueron ocho días.
“Los mismos elementos del INM nos entregaron a los miembros de los cárteles, con la intención de que les diéramos dinero, o que nuestros parientes les depositaran a un determinado número de cuenta bancaria”, dijo.
Agregó que la segunda ocasión en que fue privada de su libertad, caminaba sobre la carretera con un grupo de compatriotas, cuando se les acercaron diversos individuos a bordo de varias camionetas ofreciéndoles ayuda, la que aceptaron sin saber que serían trasladados a una finca ubicada en un paraje solitario, en donde se les mantuvo por ocho días.
“Cuando llegamos al lugar nos quitaron todas nuestras pertenencias, incluyendo teléfonos celulares y nos incomunicaron”, explicó.
“De nuestros teléfonos tomaron los números de nuestros parientes a los que les exigieron cierta cantidad de dinero por nuestra libertad”, manifestó.
Dijo que con el correr de los días, quienes los cuidaban les tomaron confianza, y fueron ellos quienes les indicaron que los jefes eran elementos del INM, en complicidad con grupos del crimen organizado.
“Finalmente, cuando la familia les depositó el dinero que pedían nos dejaron ir, no sin la advertencia de que si hablábamos nos iban a quitar la vida”, manifestó.
Por su parte Alexia, narró que, sobre todo en el sur México, la corrupción es rampante entre los elementos de los cuerpos de seguridad.
“Tanto los elementos de la Guardia Nacional como los de migración mexicana tratan de aprovecharse de nuestra situación, y en lo personal, fui objeto de la privación de la libertad en una ocasión”, externó.
“Sabemos de los inconvenientes que provocamos a la gente decente, pero mi hermano, ¿tú crees que si las cosas estuvieran bien en nuestros países estuvieran bien, anduviéramos corriendo estos peligros?, cuestionó.
Al respecto, Lucero Nieto, de Plan International, organismo que se encarga de apoyar a los migrantes, indicó que muchas mujeres en condición de movilidad han tenido que sortear un sinfín de inconvenientes, y que incluso han tenido que hacer lo inimaginable con tal de conservar la vida.
Manifestó que en muchas de las ocasiones las mujeres han sido violentadas sexualmente, no solo por los delincuentes, sino por los propios elementos de seguridad.
Lucero Nieto, explicó que Plan International es una organización independiente de desarrollo y humanitaria que aboga por los derechos de la niñez y la igualdad de oportunidades para las niñas, y que, en el trabajo desarrollado en la frontera, se han encontrado con muchas situaciones que, por la propia dinámica de las afectadas, dejan pasar de lado, pero con una huella en el alma.
Mientras tanto, Alexia y Zaraday, siguen frente al muro junto con un grupo de migrantes en espera de una oportunidad de ingresar a Estados Unidos, y con ello ver recompensado todo el esfuerzo y sufrimiento invertido en los recorridos desde su natal Venezuela hasta Ciudad Juárez.
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