“Amor, ya valió madre aquí en el trabajo, hay un motín y las cosas están fuera de control; te encargo a los niños”, fue el mensaje que le envió a su esposo al sentir la muerte cerca.
Ciudad Juárez, Chih (ADN / Arturo Hernández) – Durante los hechos que se vivieron el pasado domingo en el Cereso de Ciudad Juárez, fueron victimados 10 custodios en el rescate de Ernesto Piñón de la Cruz “El Neto”, sin embargo, la cifra pudo ser mayor, a decir de una agente a quien le perdonaron la vida por ser mujer y por estar desarmada.
Al narrar lo vivido la mañana del pasado domingo primero de enero, y con el llanto a punto de brotar al recordar los hechos, dijo que sí aún sigue con vida es por la voluntad de Dios, porque estuvo encañonada en la cabeza esperando que el sujeto que portaba el arma le jalara el gatillo y que con ello terminará su existencia, sin embargo, y para su sorpresa, de pronto escuchó a otro individuo con una orden que le salvó la vida… “Es mujer y está desarmada… déjala”.
Con poco más de un año de trabajar como custodio del Cereso Número 3 en Ciudad Juárez, la mujer mencionó que el día de los hechos llegó como a las 6:50 de la mañana para iniciar su turno, cuando de pronto empezaron a escucharse gritos y disparos procedentes de los patios 4 y 5.
“En ese momento no sabía que sucedía por la confusión que reinaba, y porque los agresores portaban uniformes como los que nosotros usamos, incluso traían todo el equipo táctico, y al verlos pensé que eran mis compañeros que, ante el ataque de que en ese momento éramos objeto, venían a reforzarnos, sin embargo, al ver como disparaban a discreción, fue cuando me di cuenta que eran los sujetos que previamente habían ocasionado el caos”, mencionó con voz entrecortada y ensimismada como tratando de no perder detalle.
Agregó que al momento del caos ella se encontraba cerca de la primera caseta ubicada en el pasillo del área de visitas, lo que le permitió correr hacia afuera para esconderse entre los autos.
Añadió que pasaron algunos minutos que le parecieron horas, mientras a la distancia se escuchaban gritos y disparos, y que fue ahí cuando por su mente paso la posibilidad de morir.
“Cuando pensé en la muerte, decidí enviarle un mensaje a mi esposo para informarle lo que sucedía”.
“Amor, ya valió madre aquí en el trabajo, hay un motín y las cosas están fuera de control; te encargo a los niños”, fue el mensaje que le envió a su esposo a manera de despedida.
“Una vez que envié el mensaje, me quedé escondida entre las llantas de los autos, y fue cuando uno de los sujetos dio con mi paradero, y alcance a ver como me apuntaba a la cabeza con el arma que portaba, fue cuando sentí morir”, mencionó con el miedo reflejado en el rostro.
Luego de una breve pausa para retomar el aliento agregó: –“Fue en ese momento que alguien más le dijo al sujeto que me apuntaba que era mujer y que estaba desarmada, que me dejara, a lo que el individuo obedeció, sin embargo, mi compañero, quien estaba a escasos metros, intentó alcanzar la puerta para refugiarse y fue cuando le dispararon en repetidas ocasiones provocándole la muerte”.
“Una de las cosas que me permitió salvar la vida fue que las manos las tenía sobre una de las llantas de la camioneta, es decir que estaban visibles, y la otra, que en definitiva Dios me cuidó”.
Dijo que por su propia seguridad ahí se quedó debajo de los autos hasta en tanto no pasaron los hechos, y de donde no salió hasta que llegaron los elementos policiacos acompañados de la Guardia Nacional y del Ejército ya cerca de las 8 de la mañana.
Mencionó que los sujetos procedentes de la calle nunca entraron a los patios del penal, y que llegaron en diversos vehículos con uniformes tácticos y con armas largas para sembrar el pánico entre las personas que recién llegaban al estacionamiento del Cereso en espera de la visita dominical.
“Los que rescataron al “El Neto” llegaron en diversos autos y esperaron afuera a que saliera el objetivo para luego emprender la huida, y fueron los propios internos los que se abrieron camino desde los patios 4 y 5 gracias a las armas largas que portaban hasta alcanzar la calle para huir con rumbo desconocido”.
Sobre la muerte de sus compañeros, indicó que fueron ejecutados de un balazo en la cabeza en uno de los salones del penal, a donde fueron llevados una vez que fueron sometidos, por lo que, dijo, no había razón para asesinarlos.
“El plan estaba hecho y no se detuvieron ante nada para llevarlo a efecto, tal vez de ahí la razón del porque tanta muerte para rescatar a “El Neto”, explicó.
“Estoy viva de milagro, y durante estos días me he dado a la tarea de valorar a mi familia, y a mis hijos, y a todos aquellos que están a mi alrededor, porque me ha quedado muy en claro que en cualquier momento te puedes ir”. Mencionó de retirada.
De acuerdo a las autoridades estatales fueron 30 los reos que se fugaron del penal de Ciudad Juárez, entre ellos Ernesto Piñón de la Cruz “El Neto”, a quien se le señala de ser líder de los Mexicles al interior del Cereso, y quien purgaba una condena de 244 años por diversos delitos.
Durante la fuga, fueron asesinados 10 custodios, además de 4 internos, entre los que destaca César Vega Muñoz, alias “El Chilín”, lugarteniente de “El Neto”.
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