Chihuahua, Chih. – Durante su presentación en el Congreso de Chihuahua, la Diputada por el PAN Patricia Jurado, dio a conocer que son varios los Estados del occidente y centro de México como Michoacán, Jalisco, Puebla, Querétaro y Guanajuato, donde el panorama ha sido desalentador porque se han tenido filas de hasta dos kilómetros de autos a la espera de cargar gasolina y los conductores pasan las noches en sus autos para asegurar un espacio en las gasolineras, cientos de estaciones de servicio cerradas por falta de combustible y, en algunos casos, riñas entre clientes desesperados, esto derivado de la falta de combustible que se ha generalizado en el centro del país.
La legisladora informó que el Gobierno Federal ha explicado que este desabasto es consecuencia del plan de combate al robo de combustibles y que mediante esta estrategia de disminuir la cantidad de combustible pretende el conocer lo robado por diversos puntos del país. La medida fue cerrar las válvulas de al menos cuatro de los 13 oleoductos de PEMEX, el objetivo de lo anterior fue evitar que las bandas de “huachicoleros” extrajera gasolina de los ductos, pero con ello se interrumpió el suministro a decenas de ciudades en los estados de México, Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas.
Si bien, PEMEX ha asegurado y garantizado el abastecimiento en la región norte, además informaron que tienen combustible suficiente para mantener el abasto normal, pero todo esto puede desencadenar en una oleada de pánico que agote las reservas de combustible en nuestra entidad lo que podría llevar a la paraestatal verse rebasada en su capacidad para surtir este combustible, al no cubrir las demandas de los ciudadanos chihuahuenses.
Por otro lado, si esta situación continúa por el país, también el sector empresarial aguantaría, a lo máximo una semana para cubrir con sus inventarios la demanda de consumo, tal como lo mencionó el presidente de COPARMEX: “si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no resuelve la situación de desabasto de gasolina podrían perderse entre 5,000 y 10,000 empleos ante las parálisis de la actividad económica”.
Además, dice Jurado que ante una falta prolongada de los combustibles derivaría en un encarecimiento de alimentos y servicios básicos: “recordemos que en nuestro país, un incremento a los precios de los combustibles o la falta de este, afecta los precios y disponibilidad de alimentos, especialmente los de la canasta básica ya que no solo se afectan los precios de toda la cadena productiva, sino que dañan a las familias mexicanas y a la economía regional”.
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