Inician esfuerzos para reformular el modelo de negocios en la frontera mediante alianzas estratégicas y políticas públicas inclusivas.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – En un reciente episodio de El Podcast, Thor Salayandía, expresidente de Canacintra y vicepresidente nacional de franjas fronterizas, expuso la necesidad de reconfigurar el panorama económico y empresarial de Ciudad Juárez y el resto de la frontera norte a través de la creación del Bloque Empresarial Fronterizo (BEF). Esta iniciativa busca posicionarse como una nueva plataforma para impulsar proyectos colaborativos y políticas industriales más efectivas que beneficien a empresas mexicanas.
Durante la conversación, Salayandía destacó que las empresas nacionales han perdido terreno frente a la industria maquiladora, que actualmente concentra más del 48% del empleo industrial en México. El líder empresarial subrayó que, si bien la maquila ha sido un motor económico clave, el país no ha desarrollado la infraestructura necesaria para que los proveedores nacionales puedan integrarse plenamente en las cadenas de valor. “Se siguen trayendo proveedores del extranjero, mientras los mexicanos enfrentan contratos desventajosos y la falta de financiamiento”, lamentó.
La globalización y el nearshoring, conceptos que a nivel mediático se presentan como oportunidades, no se han aprovechado plenamente, explicó Salayandía. Desde los años 70, Ciudad Juárez ha sido receptora de inversiones bajo este esquema, pero el desarrollo de capacidades locales ha quedado rezagado. “México carece de políticas públicas que impulsen el desarrollo de proveedores nacionales, lo que genera un efecto de autofagia industrial, donde las empresas pequeñas desaparecen y unas pocas grandes se fortalecen”.
Entre las propuestas del BEF se encuentra la creación de una Ley de Proveeduría que obligue a las empresas tractoras a desarrollar proveedores locales, acompañada de incentivos fiscales. Por ejemplo, se mencionó la posibilidad de reducir el impuesto sobre nómina para maquiladoras que inviertan en proveedores mexicanos. Según Salayandía, esta medida generaría un efecto positivo en la economía al fomentar empleos indirectos y ampliar la base fiscal. Sin embargo, reconoció que los obstáculos políticos y burocráticos han complicado la implementación de estas reformas.
Otra línea estratégica del bloque es establecer vínculos más estrechos entre el sector educativo y la industria. Salayandía subrayó la importancia de formar profesionales con habilidades analíticas que trasciendan las necesidades de la maquila. “El sistema educativo actual prepara a los jóvenes solo para servir a la industria extranjera, cuando deberíamos fomentar una mentalidad emprendedora que permita crear empresas competitivas con proyección internacional”, agregó.
El BEF, que ya cuenta con 24 miembros y se encuentra en proceso de formalización legal, plantea trabajar en la recopilación de datos e indicadores económicos para evaluar el desempeño de la frontera norte y desarrollar propuestas basadas en evidencia. El próximo paso será convocar a una segunda reunión en diciembre para afinar su plan de acción. Asimismo, el bloque continuará visitando otras ciudades fronterizas, como Nuevo Laredo y Tijuana, con el objetivo de integrar más actores y fortalecer su alcance nacional.
“Este esfuerzo es necesario y urgente. El gobierno no va a resolver nuestros problemas; el cambio debe venir desde el empresariado”, concluyó Salayandía, quien insistió en que el éxito del BEF dependerá de la colaboración activa de sus miembros.
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