En Samalayuca, florece la vida hasta en el desierto, lugar donde la gente lucha siempre contra la adversidad y las inclemencias del tiempo, aquí un grupo de productores desafían todo pronóstico convirtiendo la tierra árida en sustento para sus familias.
Por la mañana de hoy un nutrido grupo de madres de familia, esperaban la llegada de los productores de hortalizas de Samalayuca frente a la iglesia de San Lorenzo, para comprar cebolla, chile, tomate y por supuesto calabacitas calidad de exportación.
Los productores de Samalayuca deben vender 16 toneladas diarias de calabacitas que no han podido colocar en el mercado sonorense. Lo hacen en la vía pública, sin intermediarios y a marchas forzadas, antes de que caiga la primera helada de la temporada y ya no puedan cosecharla.
El primero en llegar fue Fabián Iturralde un joven horticultor, que antes de que el sol despunte, comience a rayar el cielo y haga brillar la arena, está de pie cortando calabacitas verdes para que lleguen frescas a la mesa de las familias juarenses.
Fabián y los demás labradores de Samalayuca se percataron que los grandes supermercados elevan demasiado el precio, por eso decidieron traer las verduras con un 50 por ciento de descuento.
En el muy improvisado punto de venta que consta solo de una bascula, una mesa, bolsas plásticas, varias cajas de verduras y sobre todo muchas ganas de servir, las madres juarenses pueden encontrar el kilo de calabaza a diez pesos, mientras que en el mercado esta hasta al triple de su precio.
Con una sonrisa tímida Fabián comenta que se siente muy bien de vender su producto en la ciudad “la gente está muy contenta con lo que le estamos ofreciendo y con el costo; para nosotros como productores es una gran satisfacción” dijo.
Conforme las horas pasaban la fila para comprar verdura no desaparecía. Paciente espera su turno para elegir calabazas Alejandro un joven que recorrió más de diez kilómetros desde Gran Patio hasta San Lorenzo para cumplir con la encomienda de su madre, que el día de ayer por medio del Facebook se enteró que los agricultores relanzarían esta venta especial a partir de las 9:00 de la mañana.
“A mí me gusta mucho que mi mamá prepare la calabaza en caldos para eso los compramos, las verduras mexicanas le dan un mejor sabor al caldo a diferencia de otras que hemos probado. Yo pienso que las calabazas mexicanas saben mejor”, añadió el joven mientras sostenía su bolsa con más de un kilogramo de calabacitas.
Las madres son administradoras por excelencia, con poco dinero son capaces de crear maravillas para que sus hijos al regresar de la escuela coman solo lo más rico y fresco, Ana María Franco es una de ellas, por lo cual acudió desde temprano a San Lorenzo, donde se estará vendiendo el producto de diez de la mañana a las cinco de la tarde, según explicó Javier Meléndez Cardona, director de Desarrollo Rural en Ciudad Juárez.
Ana María opina que los productores se ayudan con estas ventas y que a su vez apoyan a la ciudadanía en el gasto familiar, “Es mucho más económico que en los supermercados, yo les digo a los juarenses que vengan y aprovechen por que el producto es de muy buena calidad, y sobre todo es de la región; ¡Ya me la imagine cocinadita!”, expresó la satisfecha compradora.
De las arenas de Samalyuca, doradas como el oro, nacen flores amarillas de calabaza, resultado de esfuerzo que realizan los productores.
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